El desolador panorama de las colas de la gasolina en San Cristóbal continuaba este lunes. Kilométricas colas en la mañana, incluso en estaciones de servicio donde no se estaba despachando combustible, ya que el rumor dictaba que “la gandola va a llegar”. Por los alrededores de La Concordia, Unidad Vecinal y avenida 19 de abril una serpentina de carros rodeaba las cuadras confundiéndose entre los que estaban estacionados, y los que sencillamente se encontraban atorados en un tráfico consecuencia de las mismas colas. Otro mañana perdida para el trabajo, osea menos que llevar a los hogares, ya de por si diezmados por la inflación y la escasez. Otra mañana de no poder movilizar a familiares, amigos o clientes, que tendrían que “optar” por un transporte público inexistente, o contar con su salud y sus pies.
Edgar Mora tenía desde hace 15 días sin echar gasolina, pues su mujer tuvo que ser internada de emergencia por un paro cardiaco en el Hospital Central. El lunes le tocó madrugar a las cuatro de la mañana, y al menos luego de seis horas aproximadamente pudo cumplir su meta de llenar el tanque, para seguir atendiendo su crítica contingencia.
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