El 80 por ciento de las enfermedades ocupacionales, a nivel traumatológico, son por lumbalgias. El resto por el síndrome de túnel de carpo (afección del nervio medio de la muñeca), la cervicalgia (dolor de cuello), la epicondilitis a nivel del codo, entre otras afecciones. Cuadros que se derivan por malos hábitos de posturas y resistencia a los previos de descanso para evitar sobreuso de nuestro cuerpo.
Para evitar estas patologías, tanto las empresas como los trabajadores deben buscar espacios para crear conciencia de adopción de buenos hábitos para una óptima salud, recalcó la doctora Tatiana Lara, médico traumatólogo de la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejeras, en el programa Por Tu Salud, que se transmite de lunes a viernes de 11:30 a 12:30pm, por El Carabobeño Radio.
¿Y quiénes suelen presentar estas afecciones? Las personas en la cuarta década de la vida. Por lo general, secretarias, personal de mantenimiento o que tienden a manejar cargas pesadas. Y son mas las mujeres que los hombres.
A nivel hospitalario de la red pública, comentó la especialista, los pacientes suelen llegar con más casos de lumbalgias, mientras que en la privada el resto de los casos citados.
También, suele presentarte la fascitis plantar, en los hombres que laboran con zapatos de seguridad y permanecen mucho tiempo con ellos. Criticó el uso de estos calzados en algunas empresas en mujeres que trabajan en oficinas, cuando no se requiere al menos que vayan a dirigirse a áreas que lo ameritan.
Sugirió la doctora Lara a las personas a tomarse su tiempo cuando se tienen jornadas largas de trabajo, porque estas enfermedades suelen desmejorar la salud a lo largo del tiempo y pueden resultar incapacitantes. A escala mundial, comprenden el 50 por ciento de las incapacidades laborales.
Si se trabaja en oficina, recomendó a las personas hacer ejercicios de estiramientos por espacio de 10 a 15 minutos. Mover constantemente el cuello, colocar la pantalla de la computadora a la altura de la vista y en paralelo al hombro. Caminar por los pasillos, para evitar el sedentarismo. Si se puede tomar algo de sol, es muy conveniente para la salud de los huesos.
También, la nutrición es clave. Alimentos ricos en proteínas y calcio fortalecen nuestros huesos. Aunque hay limitantes como la adquisición de carnes rojas, se puede sustituir por granos. Recordó que las mujeres tienden a descompensarse a nivel óseo, luego de la menopausia, por lo que sugirió la ingesta de complementos vitamínicos, como D Y C, que fijan sus propiedades en nuestra parte ósea.
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