Concentración en el Cementerio. (Foto EFE)

Una bandera con el escudo franquista, coronas de flores, amenazas a la empresa encargada de levantar la losa que cubría el ataúd y nostálgicos «vivas» a España y al dictador. Son otras de las historias que ha dejado este jueves la exhumación de Francisco Franco tras 44 años enterrado en un mausoleo de Estado.

LA BANDERA DE FRANCIS FRANCO

Francis Franco, el mayor de los nietos varones de a quien sus seguidores llamaban caudillo, colocó al amanecer la bandera de España con el águila del escudo franquista (actualmente no oficial) en el balcón de su oficina en Madrid. Por unos segundos estuvo puesta al revés.

Después se le vio llegar con ella al Valle de los Caídos, donde asistió al proceso de exhumación con otros 21 familiares directos del dictador.

Vestidos de oscuro, los familiares de Franco llevaron lazos con la bandera española en solapas de chaquetas y abrigos.

Fuentes del Gobierno español explicaron que la familia fue informada con anterioridad de que no estaba permitido el uso de banderas ni de otros símbolos en el proceso de exhumación ni durante el traslado del féretro hasta el cementerio de Mingorrubio en El Pardo, un barrio de las afueras de Madrid.

La Familia de Franco al momento de salir del cementerio. (Foto EFE)

CORONAS CON FLORES AMARILLAS Y ROJAS

Coronas con flores amarillas y rojas, en alusión a los colores de la bandera de España, llegaron en seis furgonetas a primera hora al cementerio de Mingorrubio.

Entre las dedicatorias que se podía leer en ellas, «Barcelona con Franco siempre», «Cartagena despide a Franco», «Almendralejo con el generalísimo», «Sevilla con el generalísimo» o «Islas Baleares a su caudillo».

También recibieron coronas de agradecimiento al dictador en casa de Francis Franco, según publicó en redes sociales su mujer, Miriam Guisasola, junto a la denuncia de que «no dejan que la gente lleve flores ni a El Pardo ni al Valle de los Caídos».

AMENAZAS A LOS OPERARIOS

Los hermanos Juan Carlos y Lorenzo Verdugo Jiménez, dueños de la pequeña empresa encargada de levantar la losa que cubría el ataúd de Franco, denunciaron públicamente la campaña de «insultos, falsas acusaciones y amenazas» que han sufrido por parte fundamentalmente de grupos de ultraderecha.

Varios operarios de la empresa participaron en los trabajos, «totalmente ajenos a intereses partidistas y a decisiones políticas o judiciales», según un comunicado remitido a Efe.

Los hermanos Verdugo Jiménez insistieron en que su tarea se iba a limitar al «levantamiento de la tapa superior», dado que el resto de trabajos para la exhumación estaban a cargo de otras empresas funerarias «de mayor dimensión».

«VIVAS» A FRANCO Y A ESPAÑA

El Gobierno prohibió las concentraciones para garantizar la seguridad y evitar incidentes, pero eso no impidió la presencia de simpatizantes de Franco tanto a las puertas del complejo monumental del Valle como del cementerio de Mingorrubio.

Hubo pancartas a favor del general y gritos de «Franco, Franco», además de contra el presidente del Gobierno español en funciones, el socialista Pedro Sánchez, estos últimos más intensos a la llegada del helicóptero a El Pardo y a continuación del féretro al camposanto.

También los familiares pronunciaron gritos de «Viva España» y «Viva Franco», habituales durante el régimen franquista, cuando el ataúd fue colocado en el coche fúnebre a su salida de la basílica del Valle de los Caídos.

La excepción al ambiente tranquilo en que se desarrolló todo el proceso de exhumación y posterior reinhumación fue la agresión denunciada por una periodista de una cadena española de televisión, que recibió dos puñetazos en la concentración de apoyo a Franco a las puertas del cementerio.

Para garantizar la seguridad en el traslado en helicóptero de los restos de Franco, el Ministerio de Fomento prohibió el vuelo a todo tipo de aeronaves en una amplia zona del espacio aéreo entre el Valle de los Caídos y El Pardo.

TEJERO Y SU HIJO, PROTAGONISTAS

Uno de los líderes del fallido golpe de Estado militar de 1981 contra la democracia española, Antonio Tejero, protagonizó una concentración cerca del cementerio de Mingorrubio.

Tejero, un exteniente coronel de la Guardia Civil que encabezó entonces el asalto al Congreso de los Diputados y luego fue juzgado y condenado por rebelión por un tribunal, salió de su retiro familiar a sus 87 años y llegó al lugar rodeado de simpatizantes ultraderechistas.

Ramón Tejero, un hijo del exoficial que es sacerdote, también tuvo su protagonismo como encargado de oficiar una misa tras la inhumación, a petición expresa de la familia Franco.

TRANSMISIÓN MOMENTÁNEAMENTE INTERRUMPIDA

Ni a la exhumación en el interior de la basílica ni al posterior entierro privado en Mingorrubio han tenido acceso los 150 medios de comunicación acreditados, medio centenar de ellos extranjeros.

Radio Televisión Española (RTVE) y la agencia EFE facilitaron gratuitamente imágenes en directo y fotografías de todo lo acontecido fuera de la basílica, ya que han sido los dos únicos medios autorizados a estar en el Valle.

La transmisión en directo llevada a cabo por RTVE desde primera hora del día se vio interrumpida unos segundos por las imágenes de un partido de balonmano. EFE




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