Hoy hablaremos de un tema de la vida diaria. No es común hacerlo en este tipo de escrito dominical, pero les aseguro que el tema es importante y puede afectar, y luego beneficiar, a más de uno de los lectores. Veamos:

«Estar enamorado es, descubrir lo bella que es la vida»…  

Pónganle música a estas letras y reconocerán, de inmediato, que es una canción del inefable Miguel Rafael Martos Sánchez, más conocido como ‘Raphael’, popular “divo” de la balada romántica en español (Linares, España, 1943). Pero no toda las personas se enamoran, ni cantan al amor. Tampoco, todos los emparejados o casados se separan o divorcian. Pero dicen los fatalistas (¿quizás precavidos?), que “debemos prepararnos” para enfrentar el creciente rompimiento afectivo entre las parejas. Para esto hay una consejería seria, efectiva y profesional, que puede  intervenir a favor de los que sufren por pérdidas de amor. Escuchen algunas recomendaciones:

1. Lo primero es llorar por el pesar: soltar la pena y “echar” la rabia, sin oír a los amigos, sin escuchar a mamá o papá (en este orden), ni a quienes invitan a olvidar. ¡Además, jamás programar cuándo llorar! Debe rechazarse la compasión. Debe llorarse con gusto, con tristeza, ¡pero “sabroso” y a fondo! Es muy importante “autorizarnos” a estar mal, y a llorar, porque así acortamos el sufrimiento reprimido, y el duelo que puede durar semanas y meses.

2. No buscar culpables, ni inventar historias sobre buenos o malos ex parejas. No perseguir a los “malos”, ni encontrar “salvadores” que nos traigan nuevos fracasos. Las culpas llevan a más depresiones devaluativas, y a hirientes auto agresiones, en cadena.

3. Evite hablar del tema (fracaso). Al “colgarnos” de un hombro amigo, nos sentimos débiles y humillados, como “perro apaleado”. Para los psiquiatras y psicólogos, al verbalizar mucho sobre el fracaso, la herida sigue abierta y doliente: Quizás sea posible encontrar “comodidad” y “relax” en el momento, pero pronto fluyen los amargos recuerdos, y se regresa al atolladero. Los amigos creen ayudar, pero no es verdad, a menos que distraigan al sufriente hacia otra situación, y esto requiere buen entrenamiento profesional.

4. Descarte iniciar una nueva relación inmediata (¡no al revanchismo!). Porque con una nueva relación sin haber pasado el duelo, el sufriente podría no estar en condiciones de dar cariño a otra persona, por estar enganchado a dolorosas situaciones previas. «Sería usar un parche emocional para un momento, pero no la solución».

¡Un dato extra, contundente!: «Durante cuatro meses o más, no saber de él o de ella. Cuidado con la tentación de Facebook (la mayor). Nada con chequeos de WhatsApp, o app’s parecidos.




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