utilidades
Jhonny Magdaleno, secretario general de Fetracarabobo y del sindicato de Cervecería Polar. (Foto cortesía)

Nada es como antes en la Zona Industrial de Valencia, que antes era un referente nacional. Los trabajadores de las pocas industrias que se mantienen lo saben bien. Las consecuencias del colapso de este sector, producto de políticas económicas asfixiantes, están reflejadas en sus salarios y utilidades.

“En este época estábamos esperando que llegaran las utilidades para comprar nevera, cocina, lavadora, dar la inicial para un carro. Hoy en día eso desapareció, no nos alcanza ni para un mercado, es lamentable”, señaló Jhonny Magdaleno, secretario general de la Federación de Trabajadores del estado Carabobo (Fetracarabobo) y del sindicato de Cervecería Polar.

El monto de las utilidades es calculado, como máximo, en 33,33% de las ganancias netas del año, lo que equivale a 120 días de trabajo. Según Magdaleno, 30 millones de bolívares mensuales de sueldo es lo que más llegan a pagar algunas empresas, eso es igual a 120 millones de bolívares, “que parecen mucho pero, en la práctica no es nada”.

En total, son aproximadamente 250 dólares que reciben de utilidades menos de 10% de los carabobeños que todavía forman parte de las mermadas nóminas de las compañías que luchan por mantenerse. “Pero eso no alcanza porque todo aquí aumenta a diario, aunque sea en dólares. Con eso no vive una familia dignamente ni un mes”, agregó el sindicalista.

A su juicio, la situación a la se enfrentan actualmente los trabajadores del parque industrial carabobeño es reflejo del colapso del país: una zona industrial acabada y salarios precarios que no les alcanzan porque mientras avanza la dolarización de facto de la oferta (precios de productos y servicios), los ingresos siguen en bolívares.

Algunas empresas optaron por otorgar bonificaciones a los trabajadores como complemento del salario, pero para ellos no es suficiente. “Necesitamos principalmente que se reactive el aparato productivo en Venezuela, las empresas y, por sobre todas las cosas, que los salarios se sinceren porque de nada vale que nos aumenten en bolívares y las cosas suban en dólares”.

Industrias operan al mínimo

De las seis mil empresas que en 2001 integraban el Parque Industrial de Carabobo, solo 600 laboran en 2020. Antes de la pandemia operaban a menos de 20% de su capacidad instalada, pero ahora apenas se reporta 10% de productividad en algunas plantas. Cinco mil 400 industrias se paralizaron en dos décadas.

“La pandemia fue un factor más de destrucción pero ya eso venía pasando”, sostuvo. Además, “las políticas gubernamentales dirigidas al sector empresarial y de los trabajadores no han dado resultado, debemos ponernos de acuerdo todos”.

Magdaleno hizo referencia a Empresas Polar, que en Carabobo de 34 mil trabajadores, pasó a 14 mil, ya que “la mano de obra se fue del país porque aquí no se sostenía”. Y los que se quedaron, explicó, la mayoría se dedica a la buhonería, aunque el sector de la economía informal también esté golpeado.

Uno de los principales motores que aportaba dinamismo a la economía de la entidad tampoco está: Las ensambladoras de vehículos más importantes del mundo, como General Motors, Ford y FCA – Chrysler. Eran empresas que movían gran parte de la pequeña y mediana industria en Carabobo que también está apagada.




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