Leopoldo López Gil celebró el domingo su elección como diputado al Parlamento Europeo por el Partido Popular español. Atribuye este triunfo a lo que ha sido su trabajo desde que llegó a España huyendo del régimen chavista que ha perseguido a su familia. Sus raíces latinoamericanas no dejan de estar presentes y lo vivido en su país de origen, Venezuela, tampoco.
—Por supuesto que esta lucha está inspirada en su hijo, Leopoldo López, preso político del régimen chavista.
—Claro que para mí Leopoldo es fuente de inspiración. Estoy muy orgulloso de él, respeto sus ideales y su lucha. Así como él pelea por la libertad, creo que todos los países merecen tenerla.
—¿Qué significa para los venezolanos tener una voz en el Parlamento Europeo?
—Yo quiero que los venezolanos sepan que desde que me vine he estado luchando por hacer visibles todos los desmanes del régimen, todo lo que han hecho sufrir a nuestro pueblo. Pero además, un tema que siempre me ha interesado mucho es el de la migración. Yo creo que, así como en algún momento Europa le prestó apoyo a los miles de colombianos que huían desplazados por las guerrillas, en esa misma condición o peor están los venezolanos, que no tienen alimentos, ni medicinas, ni seguridad, ni libertad. Es mi opinión que muchos de los venezolanos que han venido hacia esta parte del mundo deberían gozar de un estatus de refugiados o asilados. Ecuador obtuvo un buen acuerdo migratorio, por ejemplo, gracias al trabajo de muchos eurodiputados y creo que yo podría contribuir con eso.
Uno de los papeles del Parlamento Europeo es la asistencia en la preparación de elecciones en diferentes partes del mundo. Han asistido como observadores internacionales en procesos electorales en varios países de Latinoamérica. López Gil reconoce esta labor y se muestra optimista al hablar de la posibilidad cierta de que en Venezuela pronto se organicen comicios libres y democráticos, pero admite que no podría ser parte de los delegados ni involucrase, pues no podría ser objetivo.
—Por supuesto apoyaré e impulsaré la colaboración del Parlamento Europeo para cuando sea necesario, porque sé que estamos en un proceso irreversible. Venezuela pronto saldrá de este régimen dirigido por imbéciles que no han hecho otra cosa que destruir al país.
—Ya que usted ve como irreversible el proceso de cambio, ¿su presencia en esta instancia parlamentaria del bloque podrá servir con el objetivo de presentar a Venezuela como un país para invertir una vez que se instaure un nuevo gobierno?
—Por supuesto que las inversiones tienen mucho que ver con el marco legal que se les dé, las garantías que se les ofrezcan a los inversionistas. Pero claro que trabajaré para ello, es más, lo he hecho desde que llegué a España. No es posible que Venezuela en este momento no tenga ni gasolina y que esté produciendo menos petróleo que Colombia o Ecuador. Cuando Chávez llegó al poder estábamos en casi 4 millones de barriles diarios con la certera posibilidad de aumentar a 6 millones en un lapso de 5 años. Chávez y Maduro destruyeron nuestra principal industria. Ahora no solo es que no hay alimentos, no hay medicinas, no hay seguridad, pero tampoco tenemos gasolina, el país con una de las mayores reservas de crudo del planeta. Estoy seguro de que los inversionistas querrán ir si se les ofrecen los respaldos pertinentes. He leído con detenimiento el Plan País que Juan Guaidó le ha presentado a todos los sectores y sé que con ese proyecto podremos poner en marcha otra vez a Venezuela.
—En ese nuevo horizonte, cuando se organicen elecciones libres, ¿usted ve a su hijo Leopoldo como candidato presidencial?
—Yo veo a mi hijo Leopoldo libre. Eso es lo que quiero para él como padre. Su lucha ha sido muy fuerte, sus ideales también lo son. Lo he apoyado en todo porque estoy muy orgulloso de él. Ahora, si es lo que el pueblo quiere y lo que él quiere, pues que sea candidato. Yo lo que quiero para él y para toda Venezuela es la libertad. Y lo vamos a lograr.
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