El endometrio que es la capa interna del útero, parte de él se descama cuando viene la menstruación, dependiendo de nuestro estilo de vida y herencia, también se puede ver afectado previo a presentar cáncer de endometrio.
Las mujeres cuando presentan una menarquia temprana, exposición por largo tiempo a estrógenos, disminución de la progesterona, obesidad, síndrome de ovarios poliquísticos, síndrome metabólico donde puede presentar hipertensión arterial, diabetes más hiperlipidemia, son las que poseen más riesgos a presentar patologías del endometrio. Las edades más frecuentes entre los 35 a 50 años de edad.
Dentro de las alteraciones, está la presencia de pólipos que cuando se diagnostican suelen ser benignos. Al no diagnosticarlos a tiempo o no tomar ninguna conducta ante la presencia de éstos, pueden tender a malignizarse en 3%, quizás suene un poco bajo el porcentaje, pero está presente el riesgo.
Otra alteración que se puede presentar en el endometrio es lo que conocemos como hiperplasia endometrial que dependiendo del tipo puede tomarse como benigna e instaurar tratamiento médico o de estar acompañadas de hiperplasia complejas con cambios celulares atípicos, lo cual nos puede llevar a una cirugía conservadora o una histerectomía.
¿Cómo diagnosticarlo?
Con una ecografía transvaginal podemos en ocasiones visualizar un endometrio engrosado. ¿Qué significa?: Cuando no coincide con la fecha de última regla de la mujer o en mujeres menopaúsicas, donde el endometrio debería de dibujarse como una línea o máximo con una medida de 4mm y ésta supera el grosor de los 8mm. Por lo que es importante complementar este estudio con la aplicación de la histeroscopia. Consiste en una evaluación a través de una cámara que permite evaluar vagina, canal del cuello uterino y la cavidad uterina donde se encuentra el endometrio. Es lo que permite visualizar los cambios que pueda presentar, tomar una biopsia dirigida y tener un diagnóstico certero.
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