La impotencia es el sentimiento que embarga a los habitantes del Sur del Lago. Hace cinco meses el río Zulia se salió de su cauce al inicio de la temporada de lluvias y rompió el muro de contención del kilómetro 43, a la altura de la carretera El Guayabo-Encontrados. Esta semana, nuevamente la naturaleza arremetió con un torrencial aguacero que se prolongó por tres días, repitiendo aquel escenario.
La fuerza del agua no solo inundó nuevamente algunas fincas que habían logrado secarse de manera natural, sino que rompió el muro en el sector Guasimales aumentando las pérdidas.
Tengo cinco meses en esta situación, sola, luchando con esto para poder salir adelante porque no hemos recibido ayuda de nadie. Mire cómo está mi casa y mi finca. Aquí no podemos sembrar nada. ¿Qué vamos a producir entonces, que vamos a comer, de que vamos a vivir?”, cuestiona evidentemente conmovida Wuileima Puerta, una productora del sector El Rull con dos personas discapacitadas y dos menores de edad a su cargo.
El agua ha hecho estragos en el Sur del Lago desde abril, el pasto, las siembras de plátano, frutas y producción de leche, queso y carne están paralizadas en 90%, según cifras de las asociaciones de ganaderos de la zona.
Esta ha sido la razón principal por la que los gremios han realizado dos subastas ganaderas este año, con la finalidad de recaudar fondos que han servido para el cierre del boquete del kilómetro 43, pero estos esfuerzos se han quedado a medias debido a que el presupuesto de más de 80 mil dólares recaudado hasta ahora es insuficiente, por lo que continúan pidiendo la intervención del Gobierno nacional.
Rogelio Urdaneta, miembro de la Asociación de Ganaderos de Encontrados (Agade), confirmó que hasta la fecha hay 168.000 mil hectáreas afectadas en el Sur del Lago debido al aumento en las correntias de los ríos: Tarra, Zulia, Catatumbo, Socopó y Escalante, que van a parar a la laguna de Mirimbay, aumentando el riesgo de mayor inundación para octubre cuando se espera la temporada regular de lluvias.
No quiero ser pesimista, pero en octubre podríamos tener el triple de hectáreas afectadas y podría inundarse Santa Bárbara y Santa Cruz, que Dios nos ampare”, sostuvo Urdaneta.
Urdaneta explicó que la corriente del río Catatumbo se unió con el río Zulia y estos a su vez se unen, aguas abajo, con el río Escalante.
“Lo que se formó fue una represa, es demasiada cantidad de agua que no tiene salida y eso es grave. Yo nunca había visto tanta agua junta. Si el Sur del Lago continúa con esta situación, Venezuela vivirá como en una casa en la que queda vacía la nevera, porque esta zona es la alacena del país en relación a carne, leche y queso”, adelantó el ganadero.
Inundaciones Sur del Lago
Aunque refirió que es difícil calcular el impacto que las inundaciones tendrían en el país, adelantó que existe un 75% aproximado de déficit de los rubros ya mencionados. “Esto va a repercutir fuertemente en el país”, dijo.
Peligro latente
El representante de Agade habló sobre los trabajos que se vienen haciendo en el kilómetro 43 en el que ya se han puesto algunos contenedores que harán las veces de muro de contención y encauzar el río Zulia.
Efectivamente se está cerrando el boquete del 43, pero la fuerza de la corriente ya partió en Guasimales y tenemos otro punto crítico como lo es Valderrama. Esa es una curva por la que ya no hay paso ni a caballo. La única manera de evitar un desastre es que se haga un cierre simultáneo, pero el presupuesto que tenemos no alcanza. Los ganaderos no tenemos cómo hacer estas obras que son responsabilidad del Gobierno nacional”, criticó.
Dexcys Cardozo, integrante del Comité de Mujeres Agroproductoras afectadas por la crecida del río Zulia, ha sufrido en su unidad de producción nueve arremetidas del río.
"Señor presidente, le ruego por favor que nos ayude. Esto es lo único que tengo, estoy en un sufrimiento, arrimada porque no tengo donde vivir, haga algo, apiádense de nosotros”, dijo la mujer en medio de la inundación que tiene su finca con más de un metro de agua.
El Rull sigue sufriendo y abandonado
La alegría del regreso a clases quedó postergado para los niños y jóvenes del sector El Rull, del municipio Catatumbo. Hace una semana, personal docente de la Escuela Básica Udón Pérez fue a limpiarla y consiguieron la cocina totalmente desvalijada. Los habían robado.
Aun así, lograron limpiar lo poco que les quedó después de las vaguadas. Naifer del Mar, una de las docentes, dijo que se quedaron sin nada. “El agua dañó muchas cosas, nos quedamos sin pupitres, mesas, computadoras, una nevera y muchos libros. Aquí se dañaron hasta los pizarrones y para colmo, abrieron la ventana de la cocina y se robaron lo poquito que teníamos”.
Pero la lista de las desgracias no terminó ahí, porque para el viernes 29 de septiembre el agua del río llegó de nuevo a la comunidad, por lo que la escuela y el ambulatorio quedaron anegados con más de medio metro de agua. “Aquí no hay esperanza de dar clases porque no hay nada seco, lamentablemente dependemos de cómo venga la naturaleza”, dijo la maestra.
Actualmente solo en ese sector hay más de 200 familias afectadas. Freddy Sánchez es uno de ellos. “Tuve que venirme con mis hijos para la Asociación de Ganaderos para resguardarme, esta es la tercera vez que me tengo que salir de la casa porque el agua se mete. Aquí estoy con mis hijos y mi mujer, pero mi cuñada, mis sobrinas y mis amigos también están aquí. Tenemos cinco meses en esto y lo único que viene es a decirnos mentiras y a tomarnos fotos”, criticó el padre de familia.
En una sola voz, productores, comerciantes, pescadores, maestros, padres y madres de familia exigieron a través de Cronica.Uno la intervención del Gobierno nacional para solucionar los problemas estructurales del muro de contención que mantiene en alerta a la población de esta próspera zona agroproductiva del país.
“No estamos mendigando, estamos exigiendo nuestro derecho para volver a producir, para levantar nuestras tierras”, sentenció Sheila Prieto, del comité de mujeres.