No basta con querer ver una película. Se tiene que contar con al menos el equivalente a nueve salarios mínimos para ir al cine en el reinicio de las actividades de las salas durante la semana de cuarentena flexible.
Se trata de la suma del costo de la entrada general que es de tres dólares en el centro comercial Metrópolis y cuatro en Sambil, una cotufa mediana ofertada en dos dólares, más un dólar por un refresco de lata.
Tomando en cuenta que el salario mínimo al 28 de enero representa 66 centavos de dólar, resulta realmente cuesta arriba ir a una de las ocho salas de cine habilitadas en Carabobo.
También hay cotufas pequeñas en un dólar y medio, extragrandes en dos y medio, y ración de seis tequeños en tres con 50 centavos, además de las golosinas que se suelen exhibir en más vitrinas.
Ir en pareja no resulta más fácil. Se necesitaría más de 12 dólares entre el par de entradas generales, cotufas extragrandes y dos refrescos.
Bioseguridad garantizada
Cines Unidos, empresa que presta el servicio en Carabobo, garantiza que se cumplan con todas las medidas de bioseguridad para la prevención de la COVID-19.
Además de solo permitir un aforo máximo de 30 % de la capacidad de cada sala, solo cuatro personas que pertenezcan al mismo grupo familiar pueden sentarse juntos a ver la película.
En Sambil se hizo la articulación para que se mantengan los protocolos establecidos en todos los espacios del centro comercial que incluye señalización para que las personas no se encuentren de frente en los pasillos, evitar aglomeraciones, el uso del ascensor exclusivo para personas de la tercera edad o con alguna discapacidad, el respeto del distancia social, impedir que las mesas en la feria de comida sean movidas de lugar y prohibir que se exceda el límite de personas acordadas en cada local.
Para el resto de los establecimientos es una gran noticia el reinicio de actividades del cine, tras 10 meses de paralización. La gerente de mercadeo de Sambil Valencia, Luz Marina Acosta celebró la medida, «sin duda nada es igual con el cine cerrado». Fue insistente en que ir a ver una película es totalmente seguro.
