Líder es la persona que guía a otros hacia una meta común, mostrando el camino con ejemplo y creando un ambiente, en el cual los otros miembros del equipo, se sientan activamente involucrados en todo el proceso.

Líder no es el jefe del equipo, sino la persona que está comprometida a llevar adelante la misión del equipo.

Los líderes no sólo dirigen personas, sino que tienen aptitudes y actitudes que inspiran a las personas de su entorno y las mueven para actuar.

Hay millones de libros y artículos que explican definiciones, tipos, cualidades, actuaciones, ejemplos de los que son o han sido líderes. Pero el tema de hoy, es lo que los padres tienen que aprender, para poder enseñarlo a sus hij@s.

Los padres deben transmitir y fomentar, con sus actuaciones y enseñanzas, la figura de líder; por lo tanto, tienen que aprender a ejercer esa figura, tanto en la casa, en la sociedad, en todas partes. Los padres deben enseñar el valor humano del liderazgo, pues ayudará a sus hij@s a sacar fuerzas de las flaquezas, les enseñará a luchar fuerte, en lo que consideran retos de estudios, trabajos, relaciones,  religiosidad y más. Habrá cosas que las hagan en función de un reto, que ellos mismos, como líderes, se propongan.

Se parte de la idea de que la familia es una empresa en la que padre y/o madre  ejercen la dirección. En esa responsabilidad compartida son ambos los que, como entidad directiva, tienen el compromiso de que dicha empresa funcione bien. Esto requiere una buena comunicación, planificación, organización, coordinación, entrenamiento, liderazgo, control y capacidad de corregirse cada cual, y, sobre todo, no hay que olvidarse de cultivar el arte de delegar, motivar, inspirar y ¡confiar!

El padre líder, tanto si se trata de la empresa familiar como de una comercial, tiene una posición central en la gestión de la misma. Sobre los hombros del director de cualquiera de estas organizaciones recae siempre una tarea especial. Si quiere que todas las fases en la gestión de la misma se desarrollen con éxito, de la manera prevista, este líder tiene que reunir ciertas características.

El mundo tiene su propio modelo de lo que significa ser hom­bre, esposo y padre de familia. Según se percibe, éste (en lo más frecuente) se muestra como incompatible con el modelo de Dios, pues se aprecia que sus atributos, principios, valores y carácter lucen diametralmente opuestos.

Se nota que el criterio del mundo es el del camino fácil, sin esfuerzo, sin compromiso, sin responsabilidad por otros; es el modelo de la “puerta ancha y el camino espacioso” que no requiere carácter, esfuerzo, dominio, ternura o compasión porque solo mira por sí mismo, para su propia satisfacción. Por esa razón hay un abandono en el rol de esposo y padre en la sociedad contemporánea. Entonces, se observa que los hombres no quieren esforzarse para hacerse cargo del lugar dado por Dios en la familia, un lugar de liderazgo.

En el mundo se puede valorar a un hombre por su estatura, por su peso, por sus logros económicos y por sus títulos, pero para Dios, la medida del verdadero hombre se encuentra en su alma y en su corazón y esto se manifiesta en el carácter revelado claramente en la intimidad de la familia, en el trato con la esposa y l@s hij@s.

Satanás quiere introducir como verdadera su medida de lo que significa “ser hombre”, pero la verdadera característica del “padre-líder de familia” tiene que ver con la fuerza espiritual que permite asumir el liderazgo en la familia, sin abuso (mal uso) de autoridad, violencia física o psicológica, descalificaciones, incapacidad de pedir perdón y ausencia del rol de esposo y/o padre.

Liderazgo espiritual es mucho más que ese modelo transmiti­do de un padre presidiendo el devocional familiar. Liderazgo es­piritual es también: saber controlar las emociones violentas; no confundir autoridad con prepotencia; saber reconocer los errores y pedir perdón; ser tierno, comprensivo, magnánimo y amoroso; reservar la seducción para con su esposa; saber gestionar bien los tiempos de trabajo, ministerio y familia; participar activamente en la crianza de l@s hij@s y ser cabeza del hogar en cobertura emocional y provisión económica (¡incluso para cuando ya no se esté presente!).

Para ser un buen padre es importante desplegar una serie de competencias que apoyen y fomenten el crecimiento y el desarrollo de l@s hij@s como seres únicos y autónomos.

Educar a l@s hij@s es una tarea formidable y no basta con reproducir los modelos vividos en la infancia u observados en la práctica común. Para ser un padre líder hay que saber qué se quiere conseguir y por qué. La clave para ser un buen padre es conseguir una buena relación personal con l@s hij@s y crear un clima emocional estable y agradable en el hogar.

A partir de esta premisa, es necesario y fundamental reafirmar las siguientes competencias: un buen padre es real y auténtico (ser abierto y no estar siempre a la defensiva, es importante ser compasivo y directo en el estilo de comunicación, debe ayudar a sus hij@s a aprender a hacer frente a las realidades de la vida, la(el) niña(o) tiene que relacionarse con una persona real, ser capaces de relacionarse con sus hij@s con verdadera empatía y comprensión, la individualidad y la singularidad de sus hij@s son más importantes que una norma social). El padre líder no trata a sus hij@s desde un plano superior (no se coloque en un plano superior, ni asuma una postura de omnipotente), pues entiende que es un engranaje más. El padre líder es coherente (el buen padre ofrece consistencia y estabilidad, la madurez y coherencia de los padres son importantes para establecer la confianza con sus hij@s, cuando el padre está disgustado con ell@s debe proceder de manera que sus palabras y gestos no resulten hirientes) El padre líder es honesto e íntegro (el padre líder debe esforzarse por actuar con responsabilidad y con la plenitud coherente en todas sus acciones). El padre líder es un modelo a seguir (un padre líder muestra un estilo de relacionarse con sus hij@s que sea respetuoso, solidario y equitativo, el liderazgo en la paternidad lleva implícita la responsabilidad de saber que todo lo que hacen los padres sirve como modelo ejemplar para el tipo de persona que su hij@ ha de llegar a ser): ¡ha de estar consciente perennemente de esto: es el modelo a emular!

El padre líder tiene que ser capaz de reproducir este modelo de valores y principios espirituales cotidianos que se presentan en la vida familiar, estará dejando a sus hij@s un legado cultural importante para imitar.

Una acción práctica enriquecedora es: compartir un tiempo especial con los hij@s haciendo algo que ell@s te pidan y con lo que usualmente no puedes complacerles.

En estos días de represión bestial (criminal), muchos padres y madres (muchas cumplen el rol de “padres”) venezolan@s y/o radicados en el país han perdido a algunos de su prole. Es una gran tragedia, pero no ha sido ni será en vano. Pronto verán una Venezuela libre, democrática y soberana, como consecuencia de es@s muchach@s asesinad@s inescrupulosamente  por las fuerzas opresoras de este régimen opresor, tiránico, dictatorial, absolutista, despótico, avasallador, y autocrático (el sistema de gobierno en el que el poder supremo está concentrado en las manos de una individualidad, cuyas decisiones no están sujetas ni a restricciones legales ni a mecanismos regularizados de control popular).

¡Paz a sus restos, gloria a sus almas, honra a su memoria e infinitas gracias por ese INMENSO sacrificio. Los resultados están muy cercanos!

A todos los padres y “mujeres-padres” que tengan un día muy reconfortante y lleno de fe y esperanzas en unión de su grupo familiar.

 

 

 

 




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