Foto cortesía

Los policías metropolitanos tienen 16 años y 2 meses presos por crímenes que no cometieron. Desde hace 11 años y 8 meses están recluidos en la cárcel militar de Los Teques, tiempo en el que el tribunal de la causa nunca los ha visitado. Esto hace aún más difícil el otorgamiento de las medidas alternativas al cumplimiento de la pena a las que tienen derecho desde el año 2007. «Ellos fueron enterrados vivos en Ramo Verde».

María Pascastillo, esposa del comisario Marco Hurtado, condenado a 16 años y 8 meses de prisión, representó a los cinco policías metropolitanos acusados por 2 de las 19 muertes ocurridas el 11 de abril de 2002 en las inmediaciones del Puente Llaguno, durante la reunión sostenida por los familiares de los presos políticos con la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, Michelle Bachellet.

Ellos están detenidos desde el 15 de abril de 2003, hace 16 años y 2 meses y en ese tiempo se nos ha ido la vida esperando que se haga justicia, pero en un país como este donde no hay estado de derecho eso ha sido imposible, esbozó Pascastillo ante Bachelet. «No hemos pedido que les anulen el juicio, hemos pedido que les otorguen las medidas cautelares que les corresponden por ley. Dos de ellos tienen la pena completa cumplida, pero no les otorgan sus derechos».

En Ramo Verde los policías metropolitanos han visto crecer a sus hijos y morir a sus padres. Uno de ellos está a punto de perder a su papá, aquejado de una grave enfermedad.

Pascastillo le explicó a la Alca Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU que solamente con la confesión del ex magistrado Aponte Aponte, quien admitió la inocencia de los policías metropolitanos y aclaró que la condena en su contra fue ordenada por Hugo Chávez Frías, ya los funcionarios deberían haber estado en libertad desde hacemucho tiempo. «Lamentablemente, ellos siguen en prisión»




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