Dayrí Blanco | @DayriBlanco07
Bárbara Briceño intentaba saludar con normalidad a todos. Pero era difícil. En cada abrazo estaba la ausencia de su hermana Brenda. Se secaba las lágrimas, sonreía y agradecía el apoyo. Ya ha pasado un año desde la muerte de quien aún es recordada por ser de las mayores activistas de la lucha por la democracia en Carabobo.
Su labor fue conmemorada en un sencillo pero emotivo acto en la Redoma de Guaparo, lugar donde grandes batallas libró con su megáfono en mano. Su mamá, Miriam Mendoza, también estaba en el lugar. Ella no tiene ninguna duda del papel que estaría desempeñando Brenda actualmente: “Estaría en las calles, seguro que sí, trabajado por la libertad”. Bárbara escuchó, asintió y volvió a llorar.
Ha sido un año muy difícil emocional y sentimentalmente para ellas. También lo ha sido para Félix Enrique, el hijo de 14 años de Brenda. “Su ausencia ha sido terrible pero somos una familia muy unida, nos apoyamos unos con otros, nos despertamos llorando y nos abrazamos”.
Ellos tratan de seguir la lucha de quien fue activista de Voluntad Popular y falleció tras perder la batalla contra el cáncer de colon. “Seguimos en las calles, vamos a las protestas apoyando como y desde donde podemos. Como lo hacía Brenda es imposible, esa fuerza, ese ímpetu, esa voluntad que tenía era arrolladora, es muy difícil hacerlo como lo hacía ella, pero hacemos nuestro mejor esfuerzo”, expresó Bárbara.
En el acto estuvieron presentes amigos, familiares y compañeros de partido. Todos resaltaron su lucha democrática. Su madre, a un año de la partida física de su hija, lamenta profundamente una cosa: “Que este Gobierno está por cambiar y ella no estará aquí para celebrarlo”.
