El ex fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, consideró una revolución que la OEA celebre audiencias para determinar si se debe llevar a Venezuela ante el tribunal de La Haya.
«Esto es histórico, que en este edificio hermoso de la OEA vengan víctimas venezolanas a discutir frente a los embajadores si el caso tiene que ir a la CPI es histórico», subraya el abogado argentino en una entrevista para EFE.
Moreno Ocampo fue el primer fiscal jefe de la CPI (2003-2012) y desde julio trabaja ad honorem, (sin remuneración) como asesor especial para crímenes de lesa humanidad del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
El jurista está a cargo de las audiencias que comenzaron esta semana en la OEA, para recabar información sobre la actuación de las autoridades venezolanas. Un panel de expertos independientes decidirá en octubre si hay base para llevar el caso a la Corte Penal Internacional.
«Estamos combinando víctimas venezolanas, Estado venezolano, OEA, la corte de La Haya, esto es único, nunca pasó», enfatizó Moreno.
«Y la consecuencia de eso puede ser que de pronto haya 10 o 20 Estados de las Américas que decidan que efectivamente hay que abrir una investigación en La Haya y ellos lo pueden hacer. Un Estado que manda el caso a La Haya abre la investigación, por eso esto es histórico», explicó. Nunca antes un Estado ha denunciado a otro ante esa corte.
«Yo soy argentino. En mi país la CIDH de la OEA paró la masacre. Veinte años después tenemos la posibilidad de que la OEA, mezclándose con la Corte Penal Internacional, ayude a Venezuela a encontrar su cauce. Que no haya crímenes y no haya violencia». Declaró Luis Moreno Ocampo.
La OEA celebrará cuatro audiencias públicas en su sede de Washington. Contarán con representantes de la sociedad civil, con militares, con jueces y fiscales, y una última con diplomáticos y líderes políticos venezolanos.
«Estamos trayendo al seno de la OEA a personas que nos expliquen lo que ocurrió y tenemos que ver si se reúnen los requisitos que exige la ley de la CPI», indicó. «No basta mostrar muertos en la televisión, hace falta mostrar que son delitos cometidos como parte de un ataque masivo o sistemático a la población civil», precisó.
De las audiencias celebradas destaca la participación del general Hebert García-Plaza, quien explicó que el «Plan Zamora», adoptado en abril, estableció que los civiles que no coincidan con la ideología oficialista son considerados enemigos. Narró cómo esto influye en cómo se reparte la comida a la gente más pobre.
En octubre declararán jueces y fiscales para ver cómo funciona el sistema de justicia, porque si hubiera investigaciones genuinas en Venezuela la Corte Penal no debería intervenir.
Afirmó que el mejor resultado posible sería que el Gobierno de Venezuela acepte que han hecho las cosas mal y que decidan investigar. «Que haya investigaciones genuinas en Venezuela y no haya crímenes y que nunca intervenga la CPI», señaló.
Moreno Ocampo consideró obvio que algunos embajadores de la OEA -incluso los críticos con Maduro- tengan sus reservas sobre esta iniciativa insólita en los casi 70 años de historia del organismo.
«Estamos inventando el camino mientras lo caminamos, cosa que a un embajador no le gusta, un embajador quiere estar seguro, pero está todo bien, es un proceso muy claro», aseguró.
El jurista tiene clara su motivación para este reto: «ayudar a otros actores, políticos, medios, a que entendamos un poco más cómo la CPI puede ser tan útil, en el mundo de hoy el único llamado de emergencia es la Corte Penal Internacional y no creo que estamos aprovechándola», concluyó.
