Luis Vicente León, presidente de Datanálisis (Foto cortesía).

La crisis revienta. Se mete por todos lados. No solamente se nota en el bolsillo del venezolano. También en su estado de ánimo. La histeria colectiva y desesperanza son, por sí mismas, consecuencias del modelo económico fracasado de Nicolás Maduro. No son la causa. Los intentos del venezolano por cambiar la situación han sido infructuosos, lo cual ha generado más descontento. El reto de la oposición es transformar esa energía potencial en energía cinética para lograr reformas. Como cada semana, el analista y economista Luis Vicente León, director de la firma Datanálisis, responde las preguntas de la audiencia de El Carabobeño, realizadas a través de Twitter (@el_carabobeno)

Sonia Pernia F. (@PerniaSonia): ¿De quién es la culpa del desánimo del venezolano: oposición o chavismo?

El desánimo de los venezolanos tiene que ver, originalmente, con la crisis. Con la dramática situación de pérdida de su nivel de ingreso, de expectativas con respecto a su futuro. De problemas para obtener recursos para poder comprar en el supermercado y tener un ingreso adecuado para cubrir sus necesidades. De manera que hablamos de una relación directa de la crisis económica que es responsabilidad del Gobierno. Aunque quizás estás pensando también en el desánimo de la oposición, que se ha generado políticamente en algunas personas que no encuentran cómo producir el cambio y salir de la crisis. Cómo cambiar el Gobierno por uno que le genere esperanzas de un país mejor. De nuevo ahí hay una combinación de factores, porque uno pudiera estar tentado a decir que es evidente que la oposición no ha logrado conseguir una vía para  resolver el problema. La verdad es que también es un sujeto de un Gobierno que tiene plata, medios, fuerzas armadas militares y que está bloqueando cualquier cambio. Digamos que en ese caso es una responsabilidad compartida.

Luis Ramos (@LuisRamosuc): ¿Es la apatía del ciudadano un factor clave en la crisis? ¿Por qué?

Yo no diría que la apatía es un factor clave de la crisis. Puede ser un fenómeno que ha ocurrido después que la crisis ha estado tanto tiempo ahí. Y que la gente ha hecho algunos intentos, que no fueron apáticos, pero que no tuvieron resultados y al final se frustran. Pero es una consecuencia de las acciones ya tomadas, quizá mal estructuradas, mal organizadas enfrentando a un enemigo mayor que tenía fuerza y que supo cómo impedir que se produjeran cambios en Venezuela. La clave de la crisis es el modelo económico de desarrollo inadecuado, intervencionista y controlador que ha producido esa crisis y que lamentablemente la gente no ha sabido cómo enfrentar.

Luis Ramos (@LuisRamosuc): ¿Usted habla de negociar ¿Con qué carta se cuenta para ese proceso?

Quizá has dado en el clavo central cuando has preguntado ¿con qué? y ese es el tema central. La negociación es un tema absolutamente necesario, no hay ninguna duda que es importantísimo buscar acuerdos que permitan estabilizar un país en el futuro. Porque cualquier cambio sin acuerdo radical, al final va a ser inestable. Y puede producir mucha sangre o guerras y cambios permanentes. Es muy importante entender que para poder negociar tienes que tener poder de negociación: algo con lo que tú vas a esa negociación para presionar a tu adversario. ¿Qué tiene la oposición?: Una mayoría, concreta, de alrededor de 80% de la población que quiere ese cambio, que está dispuesto a votar en contra del Gobierno. Y al final tendrá que pasar por alguna elección o convertirse en una dictadura abierta. Que aunque hoy parezca simple mi opinión, es un tema complejo. Pero la oposición lo tiene que convertir en energía cinética, esa energía potencial que representa la mayoría. Si no lo sabe hacer, entonces no tiene nada de poder de negociación e ir a ella es un jarakiri (suicidio). El problema es que no ir, también lo es.

Néstor Zabaleta (@nestorzabaleta): ¿Se puede dar la situación electoral de Nicaragua en Venezuela?

No cabe duda que el tema de Nicaragua se convierte en un asunto que hay que mirar con mucho cuidado. Al final del día lo que indican los números es que al Gobierno le sería muy difícil ganar una elección. Por lo menos ahora. ¿Y eso qué quiere decir? que la derrota tan relevante, de la magnitud que el Gobierno tendría si va a una elección sería demoledora para la revolución y el chavismo. Al final está buscando mecanismos para evitarlo. Pero postergar permanentemente una elección, también es un dolor de cabeza. Entonces, lo que pudiera estar pensando el Gobierno es ir a un proceso electoral en el cual todavía usa su control institucional para invalidar a los partidos y líderes, con lo cual pudiera terminar yendo a una elección para parecer como democracia, pero en verdad ser un parapeto, tipo Nicaragua, en la cual el Gobierno controla el balón.

Diana Beaujon (@DianaBeaujon): ¿La población percibe gobernaciones y alcaldías como posibles factores de solución de problemas sociales?

Yo no diría que la población percibe las gobernaciones y alcaldías como una solución a los problemas, aun cuando sí es verdad que son los gobiernos más cercanos a sus problemas cotidianos. Por lo tanto, obviamente que lo ve con importancia, aunque nunca al mismo nivel que la elección presidencial o un referéndum revocatorio. Pero, sí se ve en la población un deseo de votar, de participación y de hacerlo incluso como una especie de plebiscito, en la cual una votación por un alcalde aprovecha en contra de Maduro. Es una cuestión de símbolos en la política nacional.

Miguel Gómez (@miguelg1414): ¿Con ajustes de precio de gasolina, gas, electricidad y telefonía puede el Ejecutivo superar el déficit?

Todos los ajustes y sinceraciones de precios pueden ayudar al Gobierno a superar la crisis, pero no se trata de la gasolina, el gas, la electricidad y la telefonía, sino de la economía. De una apertura de mercado, liberación de precios. Pero, sobre todo, una liberación del mercado cambiario. No es un ajuste puntual el que va a resolver el problema, se requiere un plan macro. Del resto, no hay ninguna posibilidad de que un ajuste puntual resuelva este problema específico.




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