El anuncio lo realizó desde la ciudad de Curitiba, localidad al sur de ese país, en la que cerró su cuarta caravana que inició el pasado 19 de marzo en la localidad de Rio Grande do Sul.
Nunca, manifestó el ex mandatario izquierdista ante una multitud, ha tenido tanta voluntad de volver para «mostrarle a la gente que la educación no es un gasto sino una inversión», citado por Telesur.
Esta gira —que comenzó el pasado año— la realizó el líder de Partido de Trabajadores (PT) en defensa de su candidatura ante la denunciada persecución judicial en su contra.
Lula, quien se enfila nuevamente a la presidencia de Brasil, afirmó —frente a denuncias de supuestos actos de corrupción— que estas acusaciones son una mentira creada por las autoridades, y garantizó que si «prueban algún crimen», dejará de «hacer política», reseña Efe.
Durante los viajes por el sur del país, la caravana de Lula fue agredida con ataques violentos, uno de ellos con balas contra el transporte de la comitiva de prensa, sin víctimas que lamentar, y otro que buscaba impedir su llegada a los aeropuertos, reportó Telesur.
El recorrido del exmandatario también se vio amenazado con bloqueos en carreteras.
Estos sucesos han sido criticados por algunos líderes que respaldan a Lula, entre ellos, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro; la expresidenta argentina Cristina Fernández, y la exmandataria de Brasil, Dilma Rousseff, quien condenó las agresiones como «una de las más graves manifestaciones de fascismo en la historia de Brasil».
La caravana «Lula por Brasil» culminó en el mismo lugar donde fue setenciado en julio del año pasado a 9 años y seis meses de prisión, condena que aumentó en enero de este año el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región a 12 años y un mes de cárcel.