Lunes Santo: La iglesia conmemora a Cristo Atado a la Columna
/ Foto: Cortesía

El  Lunes Santo, posterior al domingo de ramos, la iglesia católica inicia la celebración de la Semana Mayor, que corresponde a la pasión y muerte de nuestro señor Jesucristo, entre la última cena y su crucifixión.

El episodio de esa pasión y muerte, corresponde esta vez a Jesús atado a la columna, donde recibe los latigazos ordenados por el rey Herodes, luego de que la muchedumbre eligiera poner en libertad a Barrabás y no a él, cuando lo preguntó gobernante Poncio Pilatos.

El significado de ese pasaje de la biblia, está relacionado con la idea de que Dios nos debe dar fortaleza a todos los cristianos, para soportar las dificultades que se nos presenten en la vida.

Jesús Atado a la columna aparece en las santas escrituras de san Juan, san Marcos, san Lucas y san Mateo.

De acuerdo con los escritos, la escena transcurre en el pretorio de Jerusalén, centro del poder romano dirigido por Poncio Pilatos, donde a Jesús se le lleva por segunda y última vez tras su paso por distintas instancias.

UN TRATO EN EXTREMO CRUEL

De acuerdo a un estudio realizado por el investigador Constancio Cabezón, las correas de cuero del flagrun taxillatum, con las que se azotaron a Jesús, cortaron en mayor o menor grado su piel en todo el cuerpo: en la espalda, el tórax, los brazos, el vientre, los muslos y las piernas.

Las bolas de plomo, caídas con fuerza sobre el cuerpo de Jesús, hicieron toda clase de heridas: contusiones, irritaciones cutáneas, escoriaciones, equimosis y llagas.

Además, los golpes fuertes y repetidos sobre a espalda y el tórax, provocaron sin dudas, lesiones pleurales e incluso pericarditis, con consecuencias muy graves para la respiración, la marcha del corazón y el dolor.

Concluye el investigador que en la parte externa, Jesús quedó irreconocible por las heridas y la sangre, pero en el interior de su organismo también se presentaron lesiones muy graves en órganos vitales, como el hígado y los riñones.

Estima que es imposible explicar médicamente el dolor que sentía cada vez que recibía un azote con las bolas de plomo. Se podría decir que en esos momentos Jesús era solo dolor.

SIN ACTIVIDADES

Al igual que el año pasado, los católicos venezolanos por continuar en pandemia, no celebrarán sus acostumbrados rituales de estos días santos, porque incluyen procesiones y eso implica aglomeración de personas, lo cual no está permitido.

 




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