La líder opositora María Corina Machado agradeció este martes al grupo de 45 países que pidieron ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que el Gobierno chavista "ponga fin a la ola de represión contra opositores y manifestantes que se está intensificando en todo el país".
"En nombre de todos los venezolanos, agradezco el firme apoyo de cada uno de los 45 países, encabezados por Argentina, que alzaron su voz el día de hoy contra la represión y las violaciones a los derechos humanos en Venezuela, durante la sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU", escribió Machado en X.
Asimismo, dijo que el pasado 28 de julio, en las elecciones presidenciales, los venezolanos decidieron su futuro y "ese mandato será respetado".
"Nuestro camino sigue firme y nuestra lucha no se detiene. La unión del pueblo venezolano y el decidido apoyo internacional son determinantes para la construcción de un futuro en libertad y democracia", apostilló.
Este martes, un grupo de 45 países miembros de la ONU pidieron ante el Consejo de Derechos Humanos que Venezuela "ponga fin a la ola de represión contra opositores políticos y manifestantes que se está intensificando en todo el país" y libere de forma incondicional e inmediata a los "detenidos arbitrariamente".
Instaron a poner fin a la represión y a respetar las normas internacionales del debido proceso
Los firmantes de la declaración, leída ante el Consejo de Naciones Unidas por la ministra de Relaciones Exteriores argentina, Diana Mondino, también pidieron a las autoridades venezolanas que respeten sin restricciones "las normas internacionales sobre el debido proceso y las condiciones de detención".
Entre los Estados que apoyan la declaración se encuentran naciones latinoamericanas como Argentina, Chile, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay, junto a Estados miembros de la Unión Europea como España, Portugal, Italia, Francia o Alemania, así como Estados Unidos, Australia, Reino Unido, Japón o Canadá.
Mondino señaló que los países firmantes desean transmitir su profunda preocupación por la "crisis estructural de derechos humanos" que atraviesa Venezuela.
En las semanas posteriores a las elecciones del 28 de julio la situación ha empeorado con "detenciones arbitrarias de figuras de la oposición, periodistas y manifestantes, incluyendo niños, adolescentes, mujeres y personas con discapacidad", recoge la declaración.