Acceso a Machu Picchu se mantiene cerrado por una huelga de los pobladores
/ Foto. Cortesía

El acceso a las ruinas incas de Machu Picchu permanece cerrado desde este viernes después de que los pobladores de esa localidad del sur de Perú iniciaran una huelga indefinida para exigir a las empresas ferroviarias que operan en la ruta que incrementen la frecuencia de sus servicios para turistas nacionales.

La protesta comenzó desde la semana pasada, pero se agudizó este viernes con la toma de la estación de trenes y el bloqueo de la vía férrea, después de que las empresas operadoras PeruRail e Incarail no aceptaran la demanda de habilitar tres y dos frecuencias exclusivas, respectivamente, para turistas nacionales.

Según informó este sábado el diario La República, representantes de las operadoras afirmaron que esas demandas no eran viables.

Los pobladores de Machu Picchu exigen que la medida se aplique para favorecer la llegada de turistas nacionales como parte de la reactivación de esa localidad de la región sureña de Cusco tras el duro impacto económico causado por la pandemia de la COVID-19.

Suspensión de viajes

El diario regional El Sol señaló este sábado que «nadie entra o sale de Machu Picchu hasta nuevo aviso» y que los manifestantes «también anunciaron una marcha de sacrificio hasta la ciudad de Cusco», ubicada a unos 72 kilómetros de esa localidad.

El comité de lucha del distrito de Machu Picchu agregó que también ha suspendido el ingreso por vía terrestre desde la localidad de Santa Teresa, por lo que pidió a visitantes y empresas de turismo que no intenten llegar «por un tema de seguridad».

Desde el pasado jueves, PeruRail decidió suspender las operaciones de sus trenes en la ruta hacia Machu Picchu en cumplimiento a lo dispuesto por la empresa Ferrocarril Transandino S.A., concesionaria de la vía férrea.

PeruRail aseguró que tomó esa decisión para preservar la seguridad de sus pasajeros y trabajadores y que restablecerá sus operaciones cuando reciba la indicación del concesionario.

Los manifestantes permitieron que durante la noche del jueves y la mañana del viernes partieran trenes hacia la localidad de Ollantaytambo para que transporten a los 300 turistas que se encontraban en el pueblo de Machu Picchu desde antes del inicio de las protestas, según detalló este sábado La República.

Protesta indefinida

Aunque el alcalde del pueblo de Machu Picchu, Darwin Baca, dijo que la protesta durará cinco días, representantes del Frente de Defensa local aseguraron que la huelga se mantendrá hasta que las empresas ferroviarias acepten sus demandas.

«Nosotros, como autoridades, ante una demanda que es justa, respaldaremos siempre a la población, además solucionar todo este problema está en manos de las empresas de trenes, pero simplemente no desean mejorar las condiciones de viaje para los visitantes peruanos», aseguró Baca en declaraciones citadas por El Sol.

El alcalde agregó que «estas empresas no se están involucrando en la reactivación económica de Machu Picchu y de Cusco en general, no están en sintonía con el turista nacional».

Exigencia a las empresas

Los habitantes del pueblo de Machu Picchu consideran que actualmente los turistas nacionales no llegan en una cantidad adecuada hasta su localidad por los altos costos que tienen que pagar para viajar en los trenes.

Sus representantes afirman que diariamente reciben a un promedio de 1.000 turistas nacionales, pero de ellos solo unos 100 pueden viajar en trenes de servicio local, en los que se pagan 24 soles (unos 6,8 dólares) por pasajero, mientras que los demás deben usar trenes turísticos, cuyas tarifas van desde 60 hasta 400 dólares.

Agregan que PeruRail tiene 40 frecuencias diarias a Machu Picchu, pero solo 5 de ellas son para locales y nacionales, mientras que la empresa Inca Rail tiene 13 frecuencias diarias, todas con tarifas para turistas y sin traslado de equipaje ni carga para los residentes de Machu Picchu.

Críticas a empresas

«Ellos solo quieren llevar 100 turistas nacionales en el tren local ¿cómo es eso posible?, ¿y el resto? Se ve obligado a pagar tarifas de turistas extranjeros en dólares», señaló al respecto el presidente del Frente de Defensa de los Intereses de Machu Picchu, Óscar Valencia, a El Sol.

Valencia remarcó que «no es difícil entender que el peruano todavía está muy golpeado y no tiene mucho dinero» tras el impacto económico de la pandemia y dijo que los turistas nacionales «quieren llegar a Cusco y reactivar el turismo, pero con esos costos exorbitantes no pueden, no los dejan».

Medios especializados en turismo señalan que luego de que se autorizara el incremento del aforo diario a las ruinas a mil 116 personas, de los 675 para los que se reabrió el sitio a inicios de noviembre, ya prácticamente se han agotado los casi 35 mil boletos de ingresos autorizados para este mes. EFE




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