El presidente argentino, Mauricio Macri, centró su primera intervención tras el arranque de la campaña electoral en la economía al decir que el país tiene en muchas cosas «los costos más altos del mundo», por lo que anticipó una reforma para bajar los impuestos tras las legislativas del 22 de octubre.
En una entrevista a la radio local Mitre, Macri aseguró que el foco de su Ejecutivo es bajar los precios y adelantó que Argentina llegará a las elecciones con «con la menor inflación en los últimos siete años», un dato importante, ya que, dijo, el alza del costo de vida es «la mayor estafa» heredada del anterior Gobierno.
«Nuestro foco tiene que ser bajar la inflación, aumentar la producción, aumentar el empleo, bajar los costos para que las cosas sean más baratas y la gente las pueda comprar. Porque hoy en Argentina, en muchas cosas, los costos son de los más altos del mundo», expresó el presidente.
Un día después del inicio de la campaña para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), que se celebran el próximo 13 de agosto para elegir a los candidatos de cada fuerza a las legislativas del 22 de octubre, Macri avanzó su intención de acometer una reforma tributaria.
«Las pymes no dan más con la cantidad de impuestos que se crearon en los últimos 15 años a nivel nacional, a nivel de las provincias, a nivel municipal (…). Todo eso va en contra de desarrollarse, de respirar. Es como una mochila que nos está hundiendo», criticó, al tiempo que llamó a un acuerdo para bajar los gravámenes.
Pidió a los gobernadores de las provincias una mesa de diálogo para discutir esta reforma, que, de llevarse a cabo, garantizará a Argentina la «capacidad y creatividad» para crecer.
En este sentido, Macri aseguró que los próximos comicios suponen «una gran oportunidad para ratificar el cambio, cultural y de valores», que, a su juicio, comenzó en diciembre de 2015, cuando llegó a la Casa Rosada después de 12 años de gobiernos kirchneristas.
No obstante, entendió que el país «no se construye en un año y medio», por lo que pidió paciencia y un voto de confianza a los electores para terminar de profundizar las reformas económicas que, en su opinión, lograrán que el país crezca por encima de 10 % a partir de diciembre.
Estas reformas, que se iniciaron durante el año pasado, como la resolución del conflicto judicial con fondos buitre por la deuda pública en mora desde la crisis del 2001, que permitió a Argentina volver a endeudarse en mercados internacionales, o el fin de las restricciones a la compra de divisas, liberalizaron la economía pero no se reflejaron de forma positiva en los bolsillos de la gente.
La lentitud de la recuperación económica es uno de los grandes desafíos del Gobierno de cara a las legislativas de octubre, en las que se renueva un tercio del Senado para los próximos seis años y la mitad de los diputados para el próximo cuatrienio, y en las que el Ejecutivo busca además un respaldo a su gestión.
