Rosa Orozco madre de Geraldine Moreno y directora de la ONG Justicia, Encuentro y Perdón, informó que sólo dos, de 24 militares involucrados en el caso, han sido juzgados por el asesinato de su hija en 2014.
Por este caso están presos los efectivos de la Guardia Nacional, Alvis Bonilla, condenado a 16 años y 6 meses, y Francisco Caridad Barroso, a 30 años, penas que cumplen en la cárcel de Ramo Verde.
Orozco denuncia que aún hay 18 guardias en la linea de mando que están libres, cuyo expediente fue pasado a la Fiscalía y siguen “engavetados”.
Este retardo procesal es lo que siempre Rosa Orozco ha denunciado, es parte de su bandera de lucha. “Mientras no tengamos un Ministerio Público o un Tribunal Supremo de Justicia independientes, seguirán los retardos procesales”, reitera.
En el foro «Voces de las víctimas en el camino a la justicia: Una mirada a los derechos humanos en Cuba, Venezuela y Nicaragua», organizado por Freedom House, la madre de la víctima narró los hechos del 19 de febrero de 2014, cuando Geraldine Moreno fue asesinada de varios disparos en el rostro.
El 19 de febrero fue el día en que me arrebataron el corazón. Protestábamos por la crisis en el país y hoy en día es una emergencia humanitaria, dijo Orozco, quien recordó que su hija perdió el 90 % de la masa cerebral tras un disparo, a quemarropa, en su ojo derecho, dijo.
Orozco resaltó que el día del asesinato de Geraldine, funcionarios del Destacamento 24 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), irrumpieron en la urbanización dónde residían en Naguanagua, estado Carabobo.
Escuché cinco detonaciones y, cuando bajé, estaba mi hija tirada en el piso junto a un charco de sangre. Yo pensaba que tenía perdigones en el rostro, porque aún me hablaba. Luchó tres días por su vida, pero murió el 23 de febrero», agregó la madre venezolana, relató Orozco en el foro.
No se va del país
Rosa ha dicho que ha pesar del duro episodio que atraviesa, nunca se iría de Venezuela porque quiere mantener viva la batalla de su hija, que soñaba con un país mejor, en donde la violencia, la inseguridad, escasez y la pobreza, no fuesen las premisas de todos los días, así lo expresó en un acto realizado en la urbanización Tazajal, en Naguanagua, el día que se cumplieron seis años del fallecimiento de Geraldine, el pasado 23 de febrero.
