Era beisbolista, tenía 17 años y una vida por delante, truncada por tres funcionarios. «El Cicpc puso todo como un enfrentamiento y no fue así» decía la madre de Willer Rafael Peña Figueredo.
Según versiones policiales, este joven fue abatido por supuestas relaciones con el mundo del crimen, pero su mamá Lizabeth Figueredo desmintió todo para salvaguardar el honor del fallecido.
Este hecho ocurrido el 12 de diciembre ocurrió en una cauchera del municipio Libertador. El adolescente buscaba un caucho para la moto de su hermano, cuando fue sorprendido con un disparo en la nuca «Eso fue un tiro de gracia, no un enfrentamiento».
La mujer dijo que en Libertador no es la primera vez que ocurren hechos de ese tipo. El sector cercano a Campo de Carabobo ha sido escenario de sucesos similares.
En este caso Figueredo acusa a un funcionario del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas al que llaman «Enriquito», al hermano de este funcionario y a un policía de Carabobo llamado Fernando Mendoza.
«Ellos tienen título para matar» dice sobre la facilidad con la que acabaron con la vida de su hijo, pues al parecer buscaban a otra persona y la confundieron con Figueredo. «Después de matarlo le plantaron un arma y cuando le abrieron los ojos se dieron cuenta que ese no era el que buscaban».
En la comunidad afirman que el muchacho era sano. La madre expresa que lo más negativo que hacía era masticar chimó, pero de ahí no pasaba.
El joven llevaba varios años en la Escuela de Beisbol Menor Independencia, en donde ganó diversos premios por su destacada participación, pero sufría de convulsiones constantes y conseguir los medicamentos era una odisea. Aunque a la mujer, quien es licenciada en desarrollo social y trabajadora de Corpoelec, a veces no se le hacía tan complicado.
El acta de defunción del menor reflejaba varias causas de muerte, entre esas: hemorragia interna y externa, además de un desgarro cardíaco y pulmonar.
Si su hijo hubiese sido un delincuente, ella hubiese aceptado que lo metieran preso, porque es lo que demanda la justicia, pero no que lo mataran sin piedad. «Destrozaron mi vida y la de mi otro hijo, a quien mandamos lejos por seguridad» expresa cabizbaja la mujer mientras sostiene una taza de café vacía con la cara de su hijo.
Otros casos
José Montenegro fue un hombre de 24 años que a las 5:00 a.m. de este martes tomó la decisión de hacerle frente a una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Güigüe en Carlos Arvelo, para evitar ser capturado en el sector de Bucaritos. Este sumaría el tercer muerto en menos de una semana.
En la parroquia Aguas Calientes de Diego Ibarra fue asesinado Jonathan Chávez, de 22 años, con un arma de fuego en las adyacencias de la carretera Mariara-Maracay en horas de la madrugada.
