El presidente Nicolás Maduro celebró este domingo la reinstalación de una mesa de diálogo con la oposición, aunque criticó dos de los puntos tratados esta semana y que han sido banderas del la oposición: que se devuelvan todas las competencias al Parlamento y la apertura de un canal humanitario.
«Le doy las gracias a la (coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática) MUD por su espíritu colaboracionista en la instalación de esta mesa de diálogo», dijo Maduro durante su programa semanal de televisión, transmitido por el canal estatal VTV.
El líder chavista agradeció también a Chile, México, Bolivia, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, y al Gobierno de Danilo Medina en República Dominicana por supervisar estas conversaciones que se dieron el viernes y sábado en Santo Domingo, y que continuarán el 15 de diciembre.
«Gracias por su colaboración y ahora a continuar», dijo Maduro, quien destacó el «espíritu colaboracionista» que, aseguró, mantuvieron sus «enconados adversarios» durante las conversaciones, por lo que dijo sentirse «muy contento» con este proceso que todavía no arroja acuerdos.
El jefe del Estado invitó a los representantes de las cuatro formaciones más poderosas de la MUD a una «reunión especial esta semana» en el palacio presidencial de Miraflores para evaluar la materia discutida hasta ahora.
Maduro invitó directamente al jefe del Parlamento, Julio Borges, como representante de Primero Justicia (PJ), al diputado Enrique Márquez por Un Nuevo Tiempo (UNT), al legislador Luis Florido por Voluntad Popular (VP) -el partido de Leopoldo López-, y al dirigente Timoteo Zambrano por Acción Democrática, el partido más antiguo del país.
No obstante, el mandatario rechazó la apertura de un canal humanitario -como demanda la oposición- que permita el ingreso de alimentos y medicinas que escasean desde hace tres años en la nación petrolera y que han sido más difíciles de encontrar este semestre, cuando la economía entró en una espiral hiperinflacionaria.
«Venezuela no es un país de mendigos como han pretendido algunos con aquello de la ayuda humanitaria. No, Venezuela produce sus cosas (…) tenemos nuestros problemas como tienen todos los países y los vamos a superar con nuestras fórmulas, la solidaridad, el amor, el socialismo», sostuvo.
Asimismo, Maduro dijo este domingo que la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), de contundente mayoría opositora, «es un fracaso» y «un desastre» sin ningún poder, en alusión al estatus de desacato que le impuso en 2016 el Tribunal Supremo a la Cámara, por lo que desde entonces todos sus actos son considerados nulos.
«Hemos derrotado a la Asamblea Nacional adeco burguesa en todas las dimensiones, en todos los frentes de batalla», remarcó el gobernante.
La oposición decidió reanudar un proceso formal de negociación política con la llamada revolución bolivariana por contar con la supervisión internacional y para exigir, entre otras cosas, el canal humanitario, un Parlamento poderoso y mejores condiciones para la elección presidencial que debe celebrarse en 2018.
La MUD informó hoy que buscará sellar un acuerdo político y humanitario en el proceso de diálogo, y celebraron que sus propuestas «forman ya parte de un marco con respaldo internacional que pasan a ser revisadas por las partes».
Este proceso de diálogo cuenta con la observación de los cancilleres de Chile, Heraldo Muñoz; de Nicaragua, Denis Moncada; de México, Luis Videgaray, así como el ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Romero, y el ministro de Finanzas de San Vicente y Granadinas, Camillo Gonsalves.
El exjefe del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, junto al presidente de República Dominicana, Danilo Medina, y su canciller, Miguel Vargas, también supervisan la mesa de negociaciones.
Con todo, Maduro se dijo hoy «ansioso» porque llegue el 10 de diciembre, cuando se celebrarán la elección de más de 300 alcaldes, una contienda en la que el grueso de la MUD decidió no participar tras acusar al Consejo Nacional Electoral de actuar de manera fraudulenta y al servicio de Maduro.
