La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, informó este miércoles que el presidente Nicolás Maduro y su homólogo uruguayo, Tabaré Vázquez, conversarán en las próximas horas sobre la suspensión de Venezuela del Mercosur.
Venezuela, que rechazó la medida e insiste en que se mantiene al frente de la presidencia pro tempore del bloque, ve como un aliado para defender su postura a Uruguay, que votó la sanción pero sostiene que el país caribeño se mantiene como miembro con voz pero sin voto.
Una opinión que no es compartida por los otros tres fundadores del bloque comercial: Brasil, Argentina y Paraguay.
«Jamás consideraremos a Uruguay un país enemigo. En las próximas horas habrá una comunicación entre Tabaré Vázquez y Maduro», aseguró la ministra de relaciones exteriores en una rueda de prensa.
La suspensión se formalizó el 1 de diciembre al cumplirse el plazo de tres meses que los socios del grupo dieron al gobierno de Maduro para que incorporara a su legislación una serie de disposiciones comerciales y políticas, incluida la de respeto a los derechos humanos.
El presidente uruguayo, por su parte, aceptó la petición de Maduro de sostener este encuentro.
«Nos reuniríamos para ver, en el marco de lo jurídico, cuál es la situación actual del Mercosur y de los países que lo integran», dijo Vázquez a periodistas durante una gira en Viena esta semana.
El lunes, el país caribeño presentó un petitorio para la activación de un mecanismo de resolución de controversias, con el fin de que se le reconozca la presidencia rotativa del grupo y de revertir su suspensión.
La canciller venezolana argumentó que la inhabilitación está basada en «mentiras», pues «de las 1.500 normas que se deben incorporar, Venezuela ha notificado 1.479». Sin embrago, la secretaria del organismo le reconoce 931.
Venezuela -que ingresó al bloque en 2012- debía asumir la presidencia rotativa del grupo por medio año, pero los demás países no le reconocen esa función y gobiernan el bloque de forma colegiada.
