Escuelas en la ruina. (Foto Referencial cortesía de El Nacional)

El año escolar que culminó hace unas semanas fue el peor de los últimos años para los docentes carabobeños. Muchos de ellos tuvieron que tomar decisiones que nunca pasaron por sus mentes cuando estudiaron en la universidad. Lo hicieron para poder sobrevivir y se desempeñaron como vendedores ambulantes en transporte público.

Catalinas, helados, chupetas y cualquier otro producto que podían comprar era lo que ofertaban para compensar el salario de tres o cuatro dólares al mes que recibía. Luis Guillermo Padrón, presidente de la junta sindical transitoria de la Federación Venezolana de Maestros (FVM) confirmó esta dramática realidad. “Yo me traslado en trasporte público y me he encontrado a varios colegas en esa situación”.

Todo esto es consecuencia de la “indiferencia de las autoridades, no de la pandemia”. Durante este año escolar hubo atrasos en los salarios, cambios en la modalidad de pago, suspensión de los sueldos a quienes no podían asistir a la institución educativa porque no les alcanzaba para el pasaje.

El resultado no fue otro que el buhonerismo de los docentes. “Con lo que cobramos no podemos ni ir al supermercado. Y todo eso ante la mirada indiferente del ministerio de Educación y la secretaría que solo responde de forma cínica y burlesca ante las peticiones que hemos hecho ante la secretaría del gobierno de Carabobo”.

Renuncias y designaciones irregulares

Aunque como medida de prevención de la COVID-19 las clases en Venezuela debían ser online, en algunos planteles se les obligaba a los suplentes a asistir a las aulas. En algunos casos debían cumplir jornada de 7:00 a.m. a 4:00 p.m., si no cumplían eran despedidos. Y en otras instituciones se sustituía a parte de este personal por representantes de las UBCH y los Consejos Comunales.

Todo esto ha causado un gran éxodo de profesionales. De 47 mil docentes nacionales que había en Carabobo ahora solo quedan 35 mil, mientras que la secretaría de Educación de la gobernación asegura que hay 12 mil que dependen de esa instancia, “pero sabemos que son 8 mil 500, no tenemos ni idea de a quienes le pagan el resto del salario”.

A todo esto se suma lo que Padrón calificó como un éxodo muy exagerado de los docentes, muchos han renunciado, otros decidieron no ir más a las aulas por cuatro dólares y hay “una designación a puertas cerradas de suplentes a quienes les están dando interinato y no son ni bachilleres, son jefes de calle y de las UBCH”.

Escuelas en ruinas

De acuerdo a los análisis del presidente de la junta sindical transitoria de la FVM en la entidad, 99 % de los plateles de Carabobo están en ruinas.

Es una situación reiterativa en todos los municipios porque nunca les hicieron mantenimiento en las escuelas. Era el mismo personal, por su sentido de pertenencia, el que hacía la labor de limpieza. En Libertador, por ejemplo, hay muchos planteles en pésimo estado, como la Crispín Pérez que queda frente a la propia alcaldía”.

También denunció que hay docentes que han fallecido por COVID-19 y no se le ha prestado la colaboración económica a sus familiares, “son unos indolentes”.




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.