Desde la fuga del capitán Anyelo Heredia, la presión sobre el resto de la población penal en el Centro Nacional de Procesados Militares, conocido como cárcel de Ramo Verde, incrementó a niveles preocupantes.
Familiares de los privados de libertad denunciaron que a raíz de la fuga, acontecida el 25 de diciembre al término de la visita, cuando el militar huyó a través de la puerta principal, comenzaron las agresiones que incrementaron el malestar en los reclusos.
La requisa practicada por los funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) efectuada el 25 de diciembre fue brutal. Denunciaron que los funcionarios despojaron a los presos de sus pertenencias, en especial de la comida que les llevan sus familiares, los golpearon y los encerraron en sus respectivas celdas.
En la cárcel de Ramo Verde también fue suspendido el suministro de agua desde hace dos días. La visita del 26 de diciembre fue restringida y los horarios disminuidos.
A esto se suma el hacinamiento imperante en la cárcel de Ramo Verde, que llega a albergar hasta 10 reclusos por celda. Este 26 de diciembre, la visita tuvo que hacerse en cada celda, por lo que la incomodidad fue total, ya que además de los privados de libertad estaban sus familiares, todos bastante apretados.
La defensora de Derechos Humanos, Tamara Sujú, denunció la golpiza propinada al primer teniente del Ejército Luis Alejandro Mogollón Velázquez, quien compartía celda con el fugado capitán Anyelo Heredia.
Según Sujú, Mogollón Velázquez está muy delicado de salud, ya que presenta fractura craneal y múltiples padecimientos. “El director paga con Mogollón su responsabilidad en la fuga del Cap. Anyelo Heredia, que se les fue por la puerta principal, y será su responsabilidad si a Mogollón le pasa algo, ya que está muy delicado”, publicó en Twitter.
Se conoció que nueve custodios de Ramo Verde de guardia durante el primer turno navideño, incluidos algunos oficiales, están siendo investigados por la fuga del capitán Heredia.
