El City aún le quedan dos encuentros pendientes para alargar su ventaja en el liderato. Foto EFE.

Con la certeza de que el Liverpool se retiró de la pelea por la Premier League, el Manchester City goleó al Tottenham Hotspur (3-0), para ajusticiar una liga que está predestinada a llevársela el conjunto ciudadano.

Era el Mourinho contra Guardiola más descafeinado de los últimos años, porque pocas veces parecía el City tan abocado a pasar por encima de los ‘Spurs’, quienes estaban exhaustos física y mentalmente después de caer ante el Everton en la prórroga de la FA Cup.

Esta era la clase de partidos que Mourinho hubiese criticado en el pasado, por el calendario, por las bajas y en la que hubiera repetido un centenar de veces que era imposible ganar. Pero, esta vez se mantuvo sin emitir declaraciones polémicas, quizás porque de verdad sabía que no iba a tener ninguna oportunidad contra el mejor equipo de lo que va de año.

Era un dominio adormecedor el del City, rondando la portería de Hugo Lloris y viendo cómo su espalda era amenazada por las dos armas que tiene el Tottenham arriba. Son estaba fuera de tono, pero Kane, sin continuación en las jugadas, necesitó mandar una falta al palo para exclamar que el Tottenham también estaba en el partido.

A diferencia de las veces que el City toca y toca sin una manera clara de hacer daño, los de Guardiola parecían saber que el error y el hueco llegaría. Por tanto, no tomó por sorpresa a nadie, cuando Pierre-Emile Hojbjerg derribó torpemente dentro del área a Ilkay Gündogan.

Rodri, uno de los tantos lanzadores de penaltis que se han mostrado por la ausencia de Kevin de Bruyne, lo transformó y dio al City el premio que les daba rienda suelta a jugar más relajados, así como también de ajusticiar al Tottenham desde la calma.

La tranquilidad con la que Raheem Sterling, Phil Foden e Ilkay Gündogan tocaron dentro del área, ante cuatro defensas del Tottenham, reflejó la poca fe de los ‘Spurs’ por seguir en el encuentro. El alemán, que lleva once goles en Premier este año, cuando en las cuatro temporadas anteriores sumó 15 en total, sonrojó a Lloris con un disparo que podría haber parado y sentenció el encuentro.

No le quedaba más a Mourinho que salir al área técnica a dar la cara y a soltar un par de gritos a los suyos, abrumados por un City que no arrollaba, pero sí asfixiaba y que poco a poco seguía llegando al arco del francés.

Incluso con un juego directo que sacaba las vergüenzas de la defensa del Tottenham, el tercero del City nació de un pelotazo de Ederson que Gündogan cazó delante de Davinson Sánchez. Este, ganó la posición, amagó y definió delante del portero galo, quien no pudo hacer más para evitar la anotación.

Hizo un 3-0 que pone al City con siete puntos de ventaja respecto al Leicester City, ocho al Manchester United y 13 al Liverpool, quien además tiene un partido más. Por su parte, Mourinho vuelve a la octava posición, a tres puntos de Europa y a cuatro de la Liga de Campeones.




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