Los manifestantes no tienen hora para protestar. Aunque no han habido tantas movilizaciones durante este jueves, los protestantes han decidido volver a la calle. Esta vez a quemar cauchos en la bomba de El Trigal, muy cerca del elevado que se encuentra custodiado por la Guardia Nacional Bolivariana.
Más temprano la Autopista de el Este fue reabierta. Es una lucha constante entre los jóvenes y los cuerpos de seguridad, en los que la violencia impera, por lo que todo termina con gases lacrimógenos y perdigones.
Al otro extremo de la zona, en la Urbanización San José de Tarbes, un grupo de 30 personas expresan su desacuerdo con Maduro y las decisiones tildadas de inconstitucionales, que violan las facultades de la Asamblea Nacional (AN).