Marruecos acusó a Venezuela de politizar el comité de Descolonización de la ONU, un órgano que preside el embajador venezolano, Rafael Ramírez, y donde los dos países han chocado en más de una ocasión por la cuestión del Sáhara Occidental.
«Desde que usted es presidente, el C24 (nombre por el que se conoce al comité) ha sido deshonrado. Desde que usted es presidente, el C24 ha sido desacreditado. Desde que usted es presidente, el C24 ha sido politizado», dijo el representante marroquí ante Naciones Unidas, Omar Hilale.
Hilale, a quién Ramírez cortó para pedirle que evitase las «ofensas», lanzó ese mensaje durante el análisis anual del caso del Sáhara Occidental en el comité.
Hace un año, los dos embajadores protagonizaron un duro choque en esa misma cita, cruzándose numerosas acusaciones.
Durante su reciente etapa como miembro del Consejo de Seguridad, Venezuela se mostró como uno de los países más duros con Rabat por la situación en el Sáhara, lo que generó varios roces entre las dos partes.
Hoy, Hilale volvió a mostrarse muy crítico con la gestión de Ramírez al frente del comité y protestó porque se permitiese intervenir en la reunión al representante del Frente Polisario ante la ONU, Ahmed Bujari.
Según el embajador marroquí, con ello se violaron reglas y procedimientos, algo que negó Ramírez, que mostró una carta del Polisario solicitando participar en el encuentro.
Antes, la reunión se había retrasado por una discusión de procedimiento sobre la solicitud de intervención de varios peticionarios a la que se oponían Venezuela y otros países, que defendían que este foro no era el adecuado.
Finalmente, la cuestión se sometió a votación y el comité decidió que no se les diese la palabra.
En el debate en sí, tanto Marruecos como el Polisario defendieron sus posturas habituales sobre el conflicto.
El pasado abril, el Consejo de Seguridad de la ONU respaldó una idea del secretario general, António Guterres, para tratar de relanzar las negociaciones entre las partes, que llevan años bloqueadas.
Hoy, Bujari pidió a Rabat que participe en ese proceso con un «espíritu de cooperación honesta», sin «agendas ocultas» y sin «tácticas dilatorias».
