Como parte de la pasión muerte de nuestro señor Jesucristo, el Martes Santo se celebra Jesús Humildad y Paciencia.
Este día se muestra la imagen de Jesús Humildad y Paciencia.
En el blog de la cofradía Pasión del Señor, se indica que probablemente espera su muerte por amor a la humanidad y a cada uno de nosotros. Morirá por nuestros pecados. Por esa razón su sangre será derramada.
Humildad y Paciencia en Jesucristo se interpreta como el hecho de que su vida siempre fue de entrega a la voluntad del padre, y por eso siempre fue obediente a los designios de señor.
Por eso humildad y paciencia son los conceptos centrales de este Martes Santo. Cristo nos enseñó, en dimensión sublime, que la clave de la felicidad está en el amor, en la lucha por la paz y la justicia.
Estudiosos de la fe sostienen que humildad y paciencia no son sinónimos de sumisión, por el contrario, representa una invitación a edificar una nueva sociedad, fundada en una mora que para muchos es inédita, pero que Cristo supo practicar y nos invita a imitar.
La liturgia también recuerda este Martes Santo, el pasaje bíblico referido a la traición de Judas hacia Jesús, y la negación tres veces de Pedro, de ser su seguidor, antes que cante el gallo.
Según el evangelio, al llegar la hora de ser glorificado el hijo del hombre, Jesús se siente conmocionado, pues le toca vivirla en profunda soledad.
Juan el evangelista señala que tal vez a primera decepción que recibió Jesús, fue la más dura.
“Entró en él satanás. A Judas se le hizo de noche, es la hora del poder de las tinieblas, contrarias a la luz, que es Jesús”.
Le sigue Pedro, impetuoso, quien siempre se siente muy seguro de si mismo y dice daré mi vida a ti. Jesús lo lleva a la realidad diciéndole “Antes que cante el gallo me habrás negado tres veces”.
Después de la resurrección de Jesús, Pedro rectificó y reiteró su amor por el señor, y lo siguió humilde y con menos arrogancia.
Jesús insiste en su mandamiento, “Aménse los unos a los otros, como yo los amo”.
