Por falta de algún tipo de repuesto, neumáticos, aceite o piezas del motor, más de 50% de las unidades de carga pesada en Carabobo se encuentran paralizadas o accidentadas, detalló Jonathan Durvelle, director de la Cámara Regional de Carga.
Este organismo gremial agrupa a más de 600 afiliados, que representan al menos tres mil gandolas, de las cuales solo alrededor de mil 500 estarían operativas. Ante este panorama, el despacho de mercancías podría comenzar a fallar o a presentar retrasos considerables.
Además del precio cada vez mayor de los repuestos y consumibles de los vehículos de carga, hay otro elemento que, según Durvelle, también afecta los costos operativos del sector: el tiempo que se demoran las unidades en la estaciones de servicio para intentar abastecerse de diésel debido a la escasez de combustible.
“Este tiempo, de más de tres días, tiene una incidencia directa en nuestra estructura de costos y hace que los fletes tengan un valor mayor”, explicó. Los viajes cortos que antes se hacían en uno o dos días, ahora toman cinco o hasta seis días.
Sobre los aumentos de las tarifas del peaje ejecutados por la Gobernación de Carabobo en los últimos cuatro meses, señaló que tienen una incidencia “mínima” en la estructura de costos. Su posición difiere de la Asociación de Pequeños Propietarios y Conductores de Carga de Contenedores y Similares de Puerto Cabello (Asotracontainer), que rechazó los reiterados incrementos.
“Nosotros como transportistas también queremos que nuestros fletes sean revisados de la misma manera, mensualmente. Que una vez que el dólar aumente, nosotros podamos también aumentarle a nuestros generadores de carga”, sostuvo.
Sin embargo, actualmente realizar los ajustes de las tarifas cada mes se les hace cuesta arriba, ya que “algunos transportistas que no tienen conocimiento de las estructuras de costos están bajando sus fletes, lo cual está haciendo que poco a poco vayan desapareciendo muchas empresas del sector”.
