Un total de 82 hombres resultaron detenidos por la Policía sudafricana en la provincia de Gauteng (noreste) como sospechosos de abusar en grupo de ocho mujeres tras atacarlas cuando se encontraban grabando un videoclip, confirmaron hoy las fuerzas de seguridad del país.
Al menos 17 hombres quedaron arrestados la mañana de este sábado después de que otros 65 sospechosos terminaran detenidos este viernes, confirmó hoy la portavoz de la Policía, coronel Brenda Muridili, según recogen medios locales.
El incidente tuvo lugar este jueves en una mina abandonada cerca de la localidad de Krugersdorp (a unos 40 kilómetros de Johannesburgo, la capital provincial), cuando hombres armados asaltaron a un grupo de 22 personas (12 mujeres y 10 hombres) que se encontraban en plena grabación de un vídeo musical.
"Los sospechosos ordenaron a todo el mundo que se tirara en el suelo y procedieron a abusar de ocho de las mujeres y les robaron a todos sus pertenencias antes de huir de la escena", detalló la portavoz policial.
Los sospechosos terminaron detenidos en una zona boscosa cercana al lugar de los hechos.
Según Muridili, dos de ellos murieron al recibir disparos después de que "supuestamente apuntaran con armas de fuego durante las operaciones policiales" -integradas por diferentes agencias de las fuerzas de seguridad-, mientras uno permanece hospitalizado.
La Unidad de Violencia Familiar, Protección Infantil y Delitos Sexuales de la Policía sudafricana está investigando un total de 32 cargos de abuso y uno de robo a mano armada, detalló la portavoz.
Los presuntos autores de los hechos fueron detenidos por "contravenir la Ley de Extranjería", señaló Muridili, mientras el ministro sudafricano de Seguridad, Bheki Cele, aseguró que, aunque las identidades de los detenidos aún deben comprobarse, se cree que todos eran extranjeros.
Según Cele, también están siendo investigadas las mujeres que no fueron abusadas, mientras las víctimas de la agresión sexual -que tienen entre 19 y 35 años- fueron trasladadas a hospitales cercanos o recogidas por sus familias.
La criminalidad es un grave problema en Sudáfrica, donde los alrededores de Ciudad del Cabo (suroeste), en concreto, tienen unas de las peores tasas de delitos violentos del mundo.