Cansancio, hambre y desesperanza es lo que reflejaba en el rostro de por lo menos un centenar de personas que este lunes esperaban con sus bombonas la salida de algún camión cerca del llenadero de Pdvsa Gas en El Recreo, para poder comprar gas doméstico.
La mayoría tenía ocho horas plantados en el lugar para abastecerse del producto. A las cuatro de la madrugada comenzaron a llegar a ese sector de la parroquia Rafael Urdaneta de Valencia, y a las doce del mediodía, todavía no habían logrado su objetivo. Un grupo de personas tenía más tiempo esperando porque llegó a las tres, pero ya está identificado como bachaquero por el resto de los presentes.
Antes de consultar la opinión de los ciudadanos que estaban en la cola, el equipo de El Carabobeño preguntó en la planta si estaban despachando el gas. A esto respondió el trabajador que nos atendió, que sí, que los camiones están saliendo con normalidad a las comunidades a distribuir el producto. Aseguró que uno que otro camión se para en la cola y vende a los que allí se encuentra.
En la cola negaron la versión, aseguraron que desde las cinco de la mañana al mediodía, solo había salido un camión que vendió exclusivamente a los bachaqueros porque les dan más dinero de lo que cuesta la bombona.
El precio de las bombonas de 10 kilos está regulado en 50 bolívares, pero los clientes saben que tienen que tener más que esa cantidad, porque siempre hay que darles una “colaboración” a los camioneros.
Yelitza Morillo expresó su inconformidad con lo que estaba viviendo. Según dijo llegó a las cinco de la mañana y al mediodía ni señas de que pudiera comprar el gas. El hambre la estaba doblegando, pero permanecía en el sitio porque sus hijos la esperaban en la casa con el gas para preparar algo de comer.
José Mendoza mantenía la esperanza de que le vendieran el gas. Citó que el camión que llegó cargaba más de trecientas bombonas aproximadamente. No se explica por qué si vendió todo esto a quienes estaban en la punta, por qué la cola no se movió. Lo atribuye a que los bachaqueros compran hasta de cuatro bombonas por persona, para sacarle provecho económico, sin importante las necesidades de las demás personas.
Wilmer Colina dijo no entender por qué pasan estas cosas en presencia de efectivos de la Guardia Nacional. Refirió que tiene su residencia en Chaguaramo municipio Carlos Arvelo, y tuvo que ir hasta el llenadero porque tenía una semana esperando que vendieran el gas en su comunidad.
Cristina Azuaje estaba molesta. “Esto no es justo, por qué el gobernador no nos ayuda, para algo lo elegimos pero nos dejó abandonados”.
Daniela Herrera sugirió que si la manera de obtener el gas para los ciudadanos es haciendo esta humillante cola, debería poner baños portátiles porque se pasan muchas horas en ella.
