El mercado de pescados y mariscos más grande de Latinoamérica, La Nueva Viga en Ciudad de México, aumenta sus ventas en los días de Semana Santa, cuando habituales y nuevos clientes acuden a comprar productos del mar para llenar sus refrigeradores en época de Cuaresma.

Semana Santa es una de las épocas del año en las que más aumenta el número de compradores en el mercado de La Nueva Viga, abierto en 2002 con una superficie de nueve hectáreas, situado en el oriente de la capital mexicana, junto al mercado de abastos.

La razón para que sea este el lugar donde más mexicanos acuden a comprar productos del mar es la relación de la calidad con el precio, ya que se pueden encontrar productos muy baratos a pesar de ser de los más frescos del país.

«La gente viene por los precios y por la calidad del pescado fresco. Es el primer sitio de donde llega, incluso de algunas zonas costeras piden pescado aquí», explicó a Efe Aidé Solorzano, gerente del puesto Puerto Cristal.

La corvina, la mojarra o el marlín son algunos de los pescados que mejor se están vendiendo, mientras que las almejas o la jaiba (cangrejo azul) son los mariscos que más éxito están teniendo este año.

La clientela, que en algunos casos adquiere al por mayor para revender en otros establecimientos, y en otros compra exclusivamente unas cuantas piezas, puede comprar el producto entero o solicitar tipos de corte que se adecuen a sus necesidades.

Juan Gil, del puesto Puerto Cristal, con un marlín de aproximadamente 270 kilogramos de peso a sus pies a medio limpiar, contó que tras doce años cortando pescado en este mercado, consideró que este trabajo «requiere fuerza y ganas», aunque siempre sintió que nació para eso: «esa era mi misión y aquí estoy».

En este puesto hacen todo el proceso, desde recibir el pescado que llega de la costa, generalmente de Veracruz, hasta filetear las piezas al gusto del consumidor.

Solorzano insiste en que hay que tener cuidado porque a veces se vende lo que no es, por lo que conviene explicar a los clientes «el producto que se está llevando».

A pesar de que el volumen de clientes no ha disminuido en exceso comparado con otros años en esta misma fecha, algunos de los vendedores sí han notado que llega menos producto.

«Hay poco producto, los cambios en el clima nos han afectado. También ha bajado el número de personas, ya no entra la gente que entraba», comentó a Efe un pescadero que lleva nueve años trabajando en La Viga, Ricardo Nava, mientras fileteaba rodeado de clientes.

Luis Carro, que trabaja en un puesto de mariscos procedentes de Tampico, en el estado de Tamaulipas, en el noroeste del país, consideró que «está más baja la venta que otros años».

«No sé qué esté pasando, pero esperamos que aumente estos próximos días» de Semana Santa, deseó.

No solo en esta época, sino durante todo el año, los pescaderos se levantan a horas intempestivas para «conseguir la mercancía que está escasa y poner los puestos a punto», detalló Patricia Soto, de la pescadería El Poblano, quien antes de las tres de la mañana ya está en marcha.

Carolina Chávez, una clienta habitual que acude una vez al mes para llenar su refrigerador, camina entre los puestos buscando lo que quiere comprar en esta visita al mercado, ya que no le importa variar de pescadería porque considera que «la mayoría tienen muy buena calidad de producto, casi no hay diferencia, además en general es mucho más barato que los mercados de las colonias». EFE

ia/mqb/laa




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.