El director del Fideicomiso de Turismo de Los Cabos, Rodrigo Esponda, expresó hoy que el informe que señala que ese municipio mexicano es el más violento del mundo es una sobresimplificación, y los datos que presenta están fuera de contexto.
«Es una sobresimplificación de un hecho muy relevante que afecta la vida política de un destino turístico como Los Cabos, donde 100 % (de la población) tiene una relación directa o indirecta con el turismo», afirmó Esponda en entrevista con EFE.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal hizo público el martes un informe en el que señala que ese municipio de Baja California Sur (noroeste del país) ocupa el primer lugar en el listado de las 50 ciudades más violentas, con una tasa de 111,33 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Le siguen Caracas (Venezuela), con un cifra ligeramente inferior (111,19 homicidios por cada 100 mil habitantes) y Acapulco (106,63), otra de las doce urbes mexicanas incluidas en el ránking.
Esponda indicó que, debido al alto número de visitantes que cada año recibe el municipio, está fuera de contexto hacer una división como están queriendo hacer de incidentes (asesinatos) por población y que no considera otros factores como calidad de vida o desarrollo.
Si se quisiera hacer un análisis serio de la situación de violencia en el destino para llegar a una aseveración como la realizada por el Consejo, se tendrían que considerar más elementos y hacer un análisis sobre aspectos como calidad de vida, desarrollo y escolaridad.
El año pasado, el destino fue el que registró un mayor crecimiento en el país a lo largo del año, de 17 %. Para las próximas vacaciones de Semana Santa, se prevé que Los Cabos tenga una ocupación superior al 80 %.
El director del fideicomiso dice que desde la institución no les preocupa que el informe vaya a golpear en el turismo: «De lo que tenemos que ocuparnos es de informar verazmente lo que está sucediendo y continuar las campañas de promoción turística», remarca.
Además, Esponda resalta que desde los tres niveles de gobierno y el sector privado están sumando esfuerzos para reforzar la seguridad en la zona, con el despliegue de agentes, el incremento de cámaras de seguridad y la instalación de comités.
