El pasado 6 de enero dos ciudadanos colombianos con residencia en Cúcuta desaparecieron cuando cruzaron de Ureña, Táchira, al Norte de Santander, Colombia, tras cumplir con algunas diligencias familiares. Dionel López Pérez, de 45 años, y Juan Fernando Zúñiga, de 28, habrían sido interceptados por las autoridades venezolanas y no se tuvo conocimiento de su paradero hasta dos días después.
Mónica García, esposa de Dionel López, contó que él y ella llegaron a Ureña a cuidar de su padre. Cuando decidió regresar a Cúcuta invitó a su amigo Juan, como ya es costumbre, pero esta vez fueron interceptados por las autoridades venezolanas, publicó La Nación.
«Al muchacho que lo acompañaba le encontraron la libreta militar y de ahí se pegaron. Como ahorita está todo el mundo molestando, de una vez lo señalaron de mercenario, de terrorista, lo cual es una mentira», añadió García.
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Insistió en que ambas familias buscaron incansablemente a los jóvenes, los buscaron en sedes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), y nadie les daba razón sobre su paradero: «El día 8 de enero recibí un WhatsApp y con eso me volvió la vida al cuerpo, porque sabía que estaba vivo».
El mensaje era de su esposo, donde le decía que lo llevaban rumbo a Caracas para presentarlo en tribunales. El hombre le habría dicho que le enviara dinero a una cuenta para poder comer. Insistió en que su esposo no es ningún terrorista ni mercenario
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