El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aseguró hoy en Bratislava que la UE trabajará para abrir «nuevos canales» de comunicación para reducir la tensión en Oriente Medio, y condenó los ataques iraníes de la pasada madrugada.
«Sí, condenamos claramente la violencia y no aceptamos ninguna forma de violencia y, este sentido, es necesario que prosigamos por la vía del diálogo», aseguró el político belga al ser preguntado en rueda de prensa sobre el ataque iraní de la pasada madrugada contra bases iraquíes que albergan también a tropas estadounidenses.
El presidente del Consejo afirmó que, junto al alto representante de Política Exterior, el español Josep Borrell, continuará trabajando en abrir canales de comunicación.
Con todo, el ex primer ministro belga insistió en recordar la alianza y el «fuerte vínculo» con los Estados Unidos, especialmente en el marco de la OTAN y en la lucha contra el terrorismo.
Michel precisó que está trabajando en abrir «el mayor número de canales de diálogo» para que la UE juegue un papel importante y no se quede «fuera de juego».
En su primera visita de trabajo del año, que le llevó a Eslovaquia, Michel abogó también por ser «más claros y más unánimes en Libia y Oriente Medio».
El político belga buscará este viernes acercar posturas de todos los jefes de diplomacia de los países miembros de la UE, porque «lo primero es la unidad de los Estados miembros», afirmó tras su encuentro con el primer ministro eslovaco, el socialdemócrata Peter Pellegrini.
El sábado Michel visitará al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y después al egipcio Abdelfatah al Sisi.
«Hay que luchar por una mayor estabilidad en la región, y no quedarse fuera de juego», dijo también Michel, que también abogó por soluciones «creativas y originales» para atajar el conflicto libio.
El presidente del Consejo Europea también se refirió al anuncio de Irán esta semana de que suspenderá el resto de sus compromisos con el acuerdo nuclear de 2015, asegurando que esa pacto «no es perfecto» pero sí ofrece un canal de comunicación.
En cualquier caso, aseguró que «no hay que ampliar el conflicto, cuya escalada puede tener efectos muy negativos para Europa»
