Mariángela Lozano es una venezolana que se vio obligada a dejar el país por el contexto político. En una entrevista, explicó la odisea que vive junto a su familia en México y reveló que está “muy triste por no poder regresar y encontrar el país que conocí de niña”.
“Si no estuviera Maduro, sería la primera que regresa a Venezuela”, cuenta con los ojos a punto de derramar lágrimas, publicó La Verdad.
Junto a sus dos hijos y esposo, lleva seis meses viviendo en una casa improvisada cercana a vías del tren, en un rincón de un campamento de migrantes en el norte de México. A pesar de las dificultades, no pierde la esperanza de un día regresar al país.
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“Quiero estar en Venezuela, quiero estar allá”, narró. La realidad es dura, pues, las restricciones para renovar documentos como el pasaporte, la dejaron atrapada en el exilio.
Campamento en México
“Ahora la locura es que la gente que tiene la cédula y el pasaporte vencido no puede entrar al país”, denunció, en tono molesto.
Lozano, quien obtuvo un título de Recursos Humanos en Maracaibo, Zulia, ahora se gana la vida como peluquera en el campamento, ofreciendo cortes y tintes a personas que comparten su anhelo de una vida mejor.
“Bastante triste no poder regresar, de verdad. De regresar y encontrar el país en el que uno creció. El que conocí de niña. Encontrar a tus amigos, a tu gente”, indicó.
Inicialmente, su objetivo era llegar a Estados Unidos, pero las complejas políticas migratorias la llevan a considerar su estatus en México: “Ya los que estamos aquí, estamos buscando estar legales en el país para salir de este campamento por algo más digno”, agregó.
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