El sueño sigue frustrado para los habitantes de Miguel Peña. La parroquia no ha sido elevada a municipio, pese a los esfuerzos emprendidos desde hace más de 18 años por diferentes líderes vecinales y políticos, y que se han diluido en inconsistencias legales mientras que el desarrollo urbanístico en el lugar parece haberse detenido.
Así lo advirtió el dirigente de Unión y Progreso en Carabobo, Rafael Blanco. Para él, Miguel Peña, que este 4 de agosto cumple 51 años de su fundación, ha tenido una evolución muy lenta, así como el anhelo no concretado de poder elegir a su propio alcalde y concejales.
Durante la gestión del alcalde Argenis Ecarri la descentralización permitió que Naguanagua, San Diego, Libertador y Los Guayos se independizaran de Valencia, “y cuando se materializó eso comenzó a emocionarse la dirigencia de Miguel Peña por la posibilidad de que ocurriera lo mismo”.
Pero, además de que no ha ocurrido, el desarrollo de esos municipios se ha dado de manera satisfactoria a diferencia de Miguel Peña. “Los Guayos, por ejemplo, era una zona de alta peligrosidad y era pantano sin calles buenas, era un pueblo olvidado que no tenía el nivel de desarrollo de hoy, igual San Diego que era campestre con una carreterita para llegar al pueblo, y en Naguanagua uno iba por la carreterita frente al cuartel para llegar a la plaza”.
En contraparte, las vías principales de la parroquia Miguel Peña están en precarias condiciones. Blanco se refirió a las avenidas Sesquicentenaria y la Aranzazu, en las que “no le dieron continuidad a los planes, programas y permisos ya autorizados de la gestión de Salas Feo porque no tienen interés en terminar esas obras… Frente al club Las Palmas está invadido de buhoneros que dificulta el tránsito”.
Propuso que en un terreno que está hacia la vía de Lomas de Funval se construya un mercado para estos comerciantes y criticó que en el CDI, más allá de su infraestructura, no haya medicinas para atender ninguna emergencia, “¿o es que con casi un millón de habitantes no es lógico que Miguel Peña tenga un hospital?”.
A pesar de todo eso, Blanco considera que Miguel Peña ha crecido exponencialmente en número de habitantes y comercios, “su población profesionalmente ha evolucionado mucho, hay mucha gente preparada que sufre y padece por la falta de desarrollo comparado con otras parroquias como Rafael Urdaneta, Santa Rosa y San José”.
Trabas legales
El dirigente político recordó que la Constitución de 1999 ordenó a la AN que preparara nueva Ley Orgánica del Régimen del Poder Público Municipal que fue aprobada en 2006, pero la asamblea legislativa de Carabobo, en 2004, procedió de manera extemporánea al aprobar una división político territorial, publicada en gaceta número 1633, en la que aparece una nueva zonificación que eleva a Miguel Peña a municipio.
“Pero eso no se ha cumplido ni se cumplirá porque esa decisión no fue ajustada a la Ley Orgánica que, en su artículo 10, prevé que se deben tomar en cuenta dos valores el índice poblacional y la auto sustentabilidad de la parroquia para que pueda ser municipio”.
Aseguró que el gobierno tiene el interés de hacer juntas comunales para formar comunas y no en fortalecer el Poder Municipal “que es el que constituye la expresión máxima de la descentralización para acercar verdaderamente el poder al pueblo para empoderar a los ciudadanos desde el municipio, que es la fórmula primigenia sostenida de la Constitución de Venezuela y la democracia”.
El llamado de Blanco es a la población de Miguel Peña para que constituya un nuevo comité organizador y promotor del municipio para que en las venideras elecciones de 2025 se pueda votar por un alcalde y concejales vecinos.
