Militares venezolanos y guerrilleros colombianos presos en la cárcel de Santa Ana del estado Táchira, iniciaron esta semana una huelga de hambre, para exigir ser atendidos al General de División Carlos Yanes Figueredo, director de Penitenciaría Militar.
En esta cárcel hay varios militares detenidos por traición de la patria e instigación de la rebelión; y otros son miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), procedentes de tribunales del estado Zulia y de grupos paramilitares fronterizos, detalló Infobae.com.
Los privados de libertad elaboraron una carta firmada por más de 60 reclusos, en la que denuncian una serie de irregularidades, las cuales reclaman sean solventadas.
Ellos aseguran que la «ración alimenticia que le llega al departamento está siendo mal administrada y suministrada incluso cuando la comida se encuentra en estado de de descomposición».
En otros puntos se refieren al «retardo procesal y falta de atención médica en emergencias por falta de vehículo«. Explican, que habiendo uno asignado, «el mismo es utilizado para uso particular del director capitán de navío Enrique José Medina Zerpa, y en la mayoría de los casos para actividades de ocio».
Los presos dicen que el director «sale a bailar y a beber en la camioneta asignada al Deprocemil».
«Llega viernes, sábado y domingo borracho en el penal y, de paso que sale, se lleva las cajas de comida», reveló un militar.
Hacen énfasis en que hay «negligencia por parte de la dirección en la agilización y gestión de trámites judiciales, en pro de la libertad y el hacinamiento dentro del departamento. «Por el contrario, se pretende trasladar de forma injustificada a privados de libertad a otros recintos penitenciarios».
Los demandantes no se atreven a dejar por escrito algunos de los aspectos que están sucediendo y por ello instan al general Yánez Figueredo, a que considere lo que está sucediendo en procesados militares.
Los presos aseguran que en horas de la mañana de este martes, mientras el director, capitán de navío Enrique José Medina Zerpa intentaba tomar el control de las instalaciones de forma pacífica por medio del diálogo, «llegó con aliento etílico«.
«No acudiremos al pase y número hasta que el general Yánez se presente al centro de procesados de Santa Ana», concretaron.
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