Este miércoles, la ministra del Poder Popular para la Atención de las Aguas, Evelyn Vásquez inspeccionó los trabajos de rehabilitación y ampliación de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales La Mariposa, al sur del municipio Valencia.
«Estamos inspeccionando la ingeniería, procura, construcción y puesta en marcha para la rehabilitación y ampliación de la planta de tratamiento de aguas residuales «La Mariposa», dijo a través de la cuenta Twitter de la hidrológica.
La falta de información por parte de la empresa Hidrológica reinó nuevamente.
En marzo de 2017 un equipo de reporteros del El Carabobeño, durante una visita a esta planta potabilizadora de las aguas que provienen del Pao Cachinche, en donde los vecinos para ese entonces aseguraron que esta se había convertido «en un estanque de aguas servidas».
#7Nov Gracias a las acciones del gobierno bolivariano que lidera nuestro Pdte. @nicolasmaduro avanzamos en la rehabilitación de la Planta de tratamiento de aguas residuales "La Mariposa"
¡Gestión que fluye con la vida! #Carabobo #InvierteEnPetro@DrodriguezVen @LMOTTAD pic.twitter.com/vUXZBjXZn4
— Evelyn Vásquez Figuera (@Evelyn_VasquezF) November 7, 2018
Según el último reporte publicado por la estatal en su portal web de febrero de 2017, los números destacaron que el parámetro del color estaba en 420% por encima de lo reglamentado, la turbiedad 410%, y que la presencia de aluminio se excedía en 710%, y de hierro en 280%.
El doctor José Félix Oletta, ex ministro de salud, fue enfático al decir que «El agua que se le suministra a la población de casi tres millones de personas en Carabobo no está apta para el consumo humano».
Se trata de lo que llamó “un derecho humano que el Gobierno restringe”.
La práctica de políticas contradictorias es una de ellas, como tener récord de 0% en depuración de aguas negras de Aragua y de los municipios San Diego, Los Guayos, Carlos Arvelo, San Joaquín, Diego Ibarra y Guacara de Carabobo que van directo al Lago de Valencia, y de ahí a Pao Cachinche, gracias a un trasvase que se hizo en 2007.
Mientras que las cloacas de Valencia, Naguanagua y Libertador, pasan por el río Cabriales y El Paíto hasta llegar también al embalse.
A más de un año, los problemas persisten y el diagnóstico es reservado.
