El ministro de Justicia y Derechos Humanos de Perú, Félix Chero, hizo este jueves un llamado a la «tranquilidad» y negó que el Gobierno de Pedro Castillo pretenda cerrar el Congreso, tal y como denunció el presidente de ese poder del Estado, José Williams.
«He señalado, como ministro de Justicia, que el término de cerrar el Congreso no existe. Debemos dejar que este poder del Estado cumpla su rol», escribió Chero en su cuenta oficial de Twitter.
En medio de la crispada situación política que vive su país, el ministro agregó que «en la medida que el juego democrático se cumpla, la tranquilidad debe primar».
De esta manera, respondió al titular del Legislativo, quien el miércoles aseguró que el Ejecutivo busca «enfrentar» y «cerrar» el Parlamento, luego de calificar de «provocación» que intente pedir una moción de confianza sobre un proyecto de ley que, a su juicio, vulnera sus atribuciones.
Ministro de Justicia de Perú
«El Ejecutivo pretende enfrentar al Congreso de la República, pretende cerrarlo, está declarando un enfrentamiento y le está haciendo daño a la nación», expresó Williams en una rueda de prensa.
El titular del Parlamento dio estas declaraciones después de rechazar formalmente el pedido que realizó el primer ministro, Aníbal Torres, de acudir al pleno del Congreso para pedir el voto de confianza sobre un proyecto de ley del Ejecutivo.
En concreto, el primer ministro solicitó que el Parlamento debata y vote un proyecto de ley que presentó el Gobierno para derogar precisamente los temas sobre los cuales puede ser planteada la cuestión de confianza que, de momento, ha sido limitada a competencias exclusivas del Ejecutivo.
Williams sostuvo que la solicitud de Torres, quien este jueves reiteró su pedido en un nuevo oficio, no resulta atendible porque la referida ley desarrolla facultades exclusivas y excluyentes del Congreso.
La tensión entre el Legislativo y el Ejecutivo peruanos se agudizó esta semana por este caso, aunque las fricciones entre ambos poderes del Estado se arrastran desde los inicios de su gestión, en julio del año pasado.
«La toma de Lima»
En este contexto, movimientos sociales, políticos y sindicales convocaron para este jueves en la capital una marcha autodenominada «La toma de Lima» para expresar su rechazo a la actuación del Congreso, altamente fragmentado y dominado por la oposición política al Gobierno de Castillo.
También para exigir una nueva Constitución y oponerse a la nueva moción de vacancia (destitución) que varios parlamentarios conservadores están preparando contra el mandatario, quien afronta dos denuncias constitucionales en el Congreso, una por presunta traición a la patria y otra por supuestamente liderar una organización criminal.
Castillo niega todas las imputaciones y solicitó a la Organización de Estados Americanos (OEA) la aplicación de la Carta Democrática Interamericana en Perú, tras denunciar la existencia de un «complot» de un sector de la oposición, la prensa y el Poder Judicial para sacarlo del poder mediante lo que calificó como una «nueva modalidad de golpe de Estado».
