Febrero es el mes de las dificultades en Venezuela. Así lo decía mi profesor de periodismo en la UCV, esa memoria andante que era Jesús Sanoja Hernández. Y es cierto, pues cada cierto tiempo algo sucede en este mes. Para mencionar sólo algunos hechos: El 2 de febrero de1806 partió el generalísimo Francisco de Miranda desde New York, rumbo a Venezuela, en el navío bautizado con el nombre de su hijo mayor Leandro. Fue el primer intento serio de independencia de Venezuela. El 12 de febrero de 1814 se produjo la batalla La Victoria, emblemática de la gesta independentista; el 20 de febrero de 1859 se proclamó la Federación y se inició la guerra federal; El 20 de febrero de 1892 se alzó Crespo contra Andueza y estalló la revolución legalista. En febrero de 1928, en medio de la celebración de carnavales, los estudiantes criticaron públicamente al gobierno y el dictador Gómez los envió a la cárcel. Eso dio paso a la llamada generación del 28 que luego gobernaría a Venezuela. En febrero de 1936 Caracas se rebeló contra el gobierno de López Contreras por sus medidas represivas. Seis muertos y un montón de presos fue el saldo final. Así febrero arribó a la Venezuela moderna, al parecer con el mismo pronóstico.

Febrero 1989: Se cumplió el dicho de  los pronosticadores que todos los años anunciaban: “Un día de estos los cerros de Caracas bajaran a crear el caos”. Efectivamente los caraqueños llegaron desde los barrios capitalinos a la parte “bonita” de la ciudad y arrasaron con los comercios. Todo se produjo por el aumento de la gasolina en un medio real el litro. Un estallido en un terminal de pasajeros suburbano,  el mal manejo de las autoridades del momento, la difusión de las noticias, especialmente las imágenes de TV, un gobierno que no supo prever las consecuencias, y ¡Pum! Como por arte de magia centenares de comercios saqueados, un gobierno que no intervino a tiempo y unos 300 muertos, la mayoría civiles. “El Caracazo” no lo promovió nadie, fue algo espontáneo. Ni siquiera los revoltosos, ni mucho menos la Liga Socialista, o Bandera Roja, tuvieron que ver. Ahí están los informes de la Disip que comprueban que fue un estallido social. La violencia popular quedó para la historia, sin que algún gobierno posterior lo haya tomado en serio, como para evitar una acción similar en la posteridad. Las condiciones socio económicas de aquellos días, no sólo no mejoraron, sino que empeoraron.

Febrero 1992: Sin previo aviso, aunque en el mundo militar se corrían los rumores, la noche del martes 4 se produjo lo impensable. Un grupo de militares se alzó, en un intento de golpe de Estado contra el gobierno democrático y constitucional de Carlos Andrés Pérez. Todavía, pasados 25 años, no se conoce toda la verdad de lo sucedido. Se habló de complicidad, de altos oficiales que “sabían” y lo dejaron correr. De otros que supieron y no le dieron importancia. Y otros más que intentaron denunciar, pero no fueron oídos. Hay una versión de un teniente, novio de la hija del un almirante, que supo o estaba contactado, y le informo a su suegro. Pero al parecer nadie hizo caso de la versión de una conspiración. Dos días violencia y alta tensión. La asonada fracasó. Se puede decir a estas alturas que de las ciudades donde hubo acciones militares, apenas en Maracaibo se cumplieron los objetivos de los insurgentes. En Caracas fracasaron al intentar tomar Miraflores, Carlos Andrés se salvó por buena suerte, cuando dentro del palacio, muy cerca, le llegaron unos tiros. Salió en un Maverick viejo, tipo taxi. Directo a Venevisión. Eso salvó su gobierno. En la mañana, mientras en Valencia aun había tiros en el sur, en Caracas, Chávez se rendía. Error garrafal, histórico fue dejar que saliera en televisión, en vivo, y dijera su “por ahora”. La cifra oficial de muertos fue de 32, entre civiles y militares.

Febrero del 2014: El año comenzó negro, cuando el 6 de enero asesinaron a la conocida actriz Mónica Spear, en la autopista Valencia Puerto Cabello. El carro se accidentó, acudió una grúa, pero aparecieron los malandros armados. El gruero les hizo frente con un arma, y los delincuentes dispararon contra el vehículo accidentado. Tambien murió el esposo de la actriz. En los Andes también hubo un muerto a tiros, estudiante de la ULA. Esos dos hechos calentaron el mes de febrero. En Táchira el gobernador no supo manejar la protesta y apresaron estudiantes para enviarlos a Falcón. Se encendieron los gochos. Leopoldo López llamó a protestar a la calle por toda la situación de crisis económica e inseguridad. El 12 de febrero una gran marcha llegó a la fiscalía, y ahí, elementos de seguridad del gobierno, asesinaron a Basil da Acosta y a Juan Montoya. Leopoldo López se dejó apresar el 17 de febrero frente a una multitud en la plaza Chacao. De ahí en adelante se prendió el candelero y estalló la guarimba. Fue un año duro, de represión y protestas masivas. 43 muertos fue el saldo fatal, según cifras oficiales.

Febrero 2017: El gobierno intenta dominar al mes de las dificultades con eventos propagandísticos. Aniversario de Zamora, aniversario de ascenso al poder de Chávez, 25 años del 4 de febrero, cumpleaños de la Guerra Federal…quiere estirar la arruga, ganar tiempo, ante la crisis que asola a la familia venezolana. No hay comida, no hay medicinas, no hay trabajo, no hay producción, no hay plata. Las encuestas dicen que el Presidente tiene en contra de su gestión al 90 por ciento de los habitantes de este país. Sufre el desfavor de 27 millones. No permitió el referéndum revocatorio y no quiere dejar que la gente vaya a votar en  ninguna elección, porque seguro el chavismo la perderá. ¿Pasará algo relevante en este febrero? Nadie sabe.

 

  • @fabiosolano



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