Con rostro que refleja el dolor de la partida de su esposo, María Luisa de Maldonado llegó a la capilla de la Universidad de Carabobo (UC) para participar en la misa de honor al recuerdo y enseñanzas del exrector Ricardo Maldonado a un mes de su fallecimiento.
Compañeros y amigos recibieron en la entrada de la capilla a la familia del exrector de la UC con abrazos y condolencias. La llegada de María Luisa de Maldonado vestida de negro y con ojos que muestran los días de tristeza que ha pasado, conmovió a los presentes.
La misa la ofició el capellán Joel Núñez con el apoyo de la agrupación Ensamble Polifónico Las Brujas y Zuzón.
Con la canción Dame un nuevo Corazón Señor inició el acto a las 10:15 de la mañana. Esta melodía llenó de lágrimas el rostro de la profesora de Maldonado quien se apoyaba en sus hijos para reconfortarse.
El acto fue organizado por el vicerrector académico de la Universidad de Carabobo, Ulises Rojas y la directora general de Egreamigos UC, Belén Heredia de Girón. Igualmente fueron los responsables de las lecturas bíblicas.
La homilía del sacerdote Joel Núñez estuvo dirigida en ofrecer un mensaje de fuerzas y esperanzador a todos los presentes que sufren la partida de Ricardo Maldonado, “no hay palabra humana que pueda llenar el vacío de un ser querido, solo Dios nos puede colmar de paz y tranquilidad”
El capellán recordó en su discurso su último recuerdo de Maldonado. En noviembre mientras oficiaba una misa, a lo lejos pasó el profesor saludándolo con un movimiento de manos, el sacerdote respondió con una sonrisa y pensó “que hombre tan fiel, allí va a seguir impartiendo conocimientos con pasión y profesionalismo”
Reiteró que todos tenemos una misión en el mundo. Ricardo Maldonado la cumplió exitosamente, comentó el sacerdote.
COMUNIDAD UNIVERSITARIA CONMOCIONADA
El vicerrector administrativo José Ángel Ferreira expresó que la comunidad universitaria aún se encuentra conmocionada por la pérdida de Maldonado. Era un icono de la UC, además de ser un gran hombre de valores y dispuesto a luchar por su país.
Para Ferreira, hombres como Maldonado harán falta en la Venezuela que viene, ya que el país necesita personas comprometidas.
Con un nudo en la garganta, el vicerrector administrativo agregó que la misa en memoria a Ricardo Maldonado sigue siendo un acto de mucha tristeza. “Cuando me encontré con la familia, el dolor fue evidente y contagioso”.