El escolta estrella de los Jazz de Utah, Donovan Mitchell, el segundo jugador de la NBA que dio positivo al coronavirus después de su compañero de equipo, el pívot francés Rudy Gobert, admitió este jueves que ambos han tenido una relación tensa desde entonces, aunque ha mejorado.
Mitchell reconoció que desde que adquirió el virus, en marzo pasado, han vivido unos meses complicados, pero que ahora todo marcha por mejor camino, incluida la relación con Gobert, mientras se preparan para la vuelta a la competición.
Nada más dar positivo al coronavirus, Mitchell hizo comentarios negativos contra Gobert en las redes sociales y luego también mostró una posición crítica al abordar los problemas raciales en Estados Unidos.
Pero lo que más preocupa a los Jazz es que Mitchell y Gobert puedan recuperar la mejor relación, al menos profesional, de cara a su reclusión en la ‘burbuja’ de Orlando, donde el próximo 30 de julio se reinicia la competición de la temporada regular, que se suspendió el 11 de marzo, el mismo día que Gobert dio positivo al COVID-19 .
«En este momento estamos bien. Saldremos listos para competir», declaró Mitchell. «Ahora intentaremos recuperar de nuevo el mejor nivel de juego del equipo, que es lo que importa, dado que nuestro positivo ya forma parte del pasado y es historia».
Mitchell reconoció que la ausencia del alero croata Bojan Bogdanovic será algo que el equipo echará en falta, pero tratará de compensarla con un mayor esfuerzo y sacrificio en el campo.
Mientras que Gobert todavía no está recuperado al ciento por ciento de los efectos del coronavirus, especialmente en el apartado del olfato, Mitchell, que siempre se mostró asintomático, está en plenitud de forma.
Mitchell confirmó la tensión con Gobert después de sus pruebas positivas para el coronavirus, calificándolo de «no secreto» que estaba molesto por el comportamiento descuidado de Gobert antes de darse cuenta de su infección, como jugar con los micrófonos de los periodistas después de una conferencia de prensa.
El jugador franquicia de los Jazz explicó también que ha tomado la posición de canalizar los problemas de su equipo de manera interna, lo que le demostró que maduró como persona y profesional ante las nuevas responsabilidades adquiridas dentro de la franquicia.
Mitchell explicó que desarrolló un proceso de aprendizaje y reflexión sobre las nuevas realidades que se dan dentro y fuera del baloncesto, del que dijo que es consciente de que se trata de un «negocio», pero que fuera del mismo hay otras muchas cosas para enfrentar y tomar conciencia de ellas.
Antes del descanso, Mitchell había obtenido los mejores promedios de su carrera, con 24,2 puntos, 4,2 asistencias y 4,4 rebotes, además de un 45,3 por ciento de tiros de campo en su primera temporada All-Star.
