Con una masiva presencia, la feligresía carabobeña respondió satisfactoriamente a la celebración de la misa central de acción de gracias en la catedral, por el Centenario de la Arquidiócesis de Valencia.
Fue una ceremonia religiosa muy especial, que contó la participación del cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Caracas; el arzobispo de Valencia, monseñor Reinaldo Del Prette; el obispo emérito de Cumaná, monseñor Diego Padrón; y el de San Felipe, monseñor Nelson Martínez.
La misa concelebrada fue presidida por el cardenal Porras, acompañado por monseñor Del Prette, 85 sacerdotes de la diócesis y 35 seminaristas. Había tanta gente en la catedral, que un buen número de feligreses escuchó la misa de pie.
El arzobispo entró a la iglesia, posterior a que lo hicieran los demás sacerdotes. Fue recibido con un gran aplauso, porque se esperaba con ansias su presencia en la celebración.
No hubo representación de la gobernación, pero sí estuvo presente el alcalde de Valencia, Julio Fuenmayor, a quien el párroco de la catedral, Pedro De Freitas, agradeció su colaboración por el mantenimiento del templo.
Monseñor Del Prette dio sentado su homilía, durante la celebración litúrgica. Hizo un repaso por lo que fue la creación de la diócesis de Valencia, hace cien años, junto a la de Coro, San Cristóbal y Cumaná, con lo cual se redujo el enorme territorio que tenía que atender el arzobispo de Caracas.
Calificó el hecho como un acontecimiento histórico para la iglesia católica, que hasta hoy está dando sus frutos.
Aclaró que este 12 de octubre, se celebra la bula del papa Pio XI de 1922, porque la diócesis de Valencia comenzó a funcionar como tal, un año después, con el nombramiento del primer obispo, monseñor Francisco Granadillo.
Más adelante recordó que el papa Juan XXIII, fue un gran renovador, y lo hizo a través del Concilio Vaticano II, cuando pidió abrir las puertas de la iglesia, para que entrara el aire del Espíritu Santo.
Citó que años más tarde, en el país se realizó un Concilio Plenario de Venezuela, que arrojó muchas iniciativas para la iglesia, algunas de las cuales todavía no se han puesto en práctica.
Se refirió a la renovación que está pidiendo el papa Francisco, a través del ejercicio de la labor misionera, tal como lo ordenó nuestro señor Jesucristo.
“Debemos tener una iglesia como el señor la deseó, más preocupada por los demás, que por nosotros mismos”.
La eucaristía fue ofrecida por todos los fallecidos, producto de los fenómenos naturales que han ocurrido en el país. Pero especialmente por las víctimas de Las Tejerías, en el estado Aragua, donde monseñor Del Prette fue obispo auxiliar por 10 años.
SENTIMIENTO A FLOTE
A monseñor Del Prette se le entrecortaron las palabras cuando agradeció a la feligresía, por las oraciones que hacen por la recuperación de su salud. Como se recordará, el arzobispo presenta afecciones pulmonares.
“Me siento abrumado por las oraciones que han hecho por mi salud. No esperaba tanto, gracias”.
La respuesta fue una ovación espontánea de los presentes, que duró varios segundos.
La agrupación coral, conformada por 60 personas, más los miembros de la orquesta 24 de Junio, entonó todas las melodías propias de la celebración religiosa. Esto incluyó la pieza Iglesia Misionera, compuesta por Alvaro Granadillo, pariente del primer obispo de Valencia, monseñor Francisco Granadillo. Todos estuvieron dirigidos por Ana Virginia Oviedo.
El público quedó admirado con sus interpretaciones, al punto que una vez finalizada la misa, un buen número de personas se quedó escuchando las melodías.
