motorizados
Usuarios realizan colas de 3 días para abastecer sus motos. Foto: Francis Tineo

Los motorizados de Valencia van de estación en estación intentando llenar sus tanques, pero la respuesta de los funcionarios policiales que controlan las gasolineras es siempre la misma: “aquí no surtimos motos”.

Margarita Contreras trabaja haciendo entregas desde hace unos meses porque su salario de docente no le alcanza para cubrir sus necesidades. Lleva 15 días rindiendo el poco combustible que le queda únicamente para recorrer las bombas a la espera del suministro y sin poder trabajar.

Durante esta semana las estaciones de servicio de San Diego han permanecido abiertas después de dos semanas de inactividad, pero las bombas dolarizadas niegan el suministro a los motorizados, mientras que las subsidiadas sólo atienden a 30 motos según el número de placa. “Si por fin llega la gasolina y ese día no te corresponde, estás fregada. Nos viven rebotando”, comentó Contreras.

motorizados
Muchos de los motorizados trabajan con deliveries y han paralizado las entregas por falta de gasolina. Foto: Francis Tineo.

Malos tratos

La mujer llegó a la E/S premium El Portal con un grupo de motorizados que ya habían recorrido tres de las cinco estaciones de gasolina del municipio: Castillito, Brasilinda y El Valle. Los oficiales les indicaron que debían realizar la misma cola que los carros. El grupo, todavía a la expectativa, se orilló en la acera de unas residencias cercanas y entre gritos un oficial ordenó que se retiraran de la zona. “Mientras las motos estén aquí no pasará nadie, muévanse de aquí”.

A Contreras le hierve la sangre tener que soportar que se dirijan a ella como si fuese un animal. “Y pensar que soy profesora en la universidad de los policías”.

Después de ser rebotados de la cuarta bomba, el grupo se dirigió a la E/S Monte Mayor donde sólo se divisaba una larga fila de automóviles. Apenas dos motorizados rezagados aguardaban en la entrada.

Eduardo Márquez estaba esperando desde la noche anterior a ser atendido. A primeras horas de la mañana 30 motorizados llenaron sus tanques pero él quedó por fuera: era el número 33 en la cola.  Su tanque vacío no le dejó otra opción que plantarse enfrente de la gasolinera.

Lorena Arceniega y su marido trabajan haciendo deliverys y también quedaron por fuera. Los esposos tienen una semana sin combustible y aspiran a llegar a un “acuerdo” con los oficiales para conseguir gasolina, pero por el momento sólo esperan.

motorizados
Motorizado rezagado de los primor 30 frente a estaicón subsidiada Brasilinda, San Diego. Foto Francis Tineo

Discriminados

Una gandola con 13 mil litros abasteció la estación Castillito la mañana del martes. A las 9:00 a.m. las colas se habían detenido y los motorizados ya presentían lo que los oficiales iban a decirles.

“No tiene sentido que acabe de llegar la gasolina y nos digan que ya se acabó”, dijo uno de los señores en su moto, que pensó que por fin abastecería su tanque cuando un policía recogió su cédula de identidad.

La población de más de cinco mil motorizados considera que es una injusticia que las bombas sólo surtan a de 15 a 20 motos por estación, mientras que las motos de los policías siempre tienen combustible. “Nos tienen discriminados. Le echan gasolina a 300 carros y a todos los funcionarios los pasan directo. A nosotros que tenemos cuatro días en cola, nos rebotan y mandan para las casas”.

Lea también: Escasez de combustible profundiza paralización del sector construcción en Carabobo




Estimado lector: El Diario El Carabobeño es defensor de los valores democráticos y de la comunicación libre y plural, por lo que los invitamos a emitir sus comentarios con respeto. No está permitida la publicación de mensajes violentos, ofensivos, difamatorios o que infrinjan lo estipulado en el artículo 27 de la Ley de Responsabilidad en Radio, TV y Medios Electrónicos. Nos reservamos el derecho a eliminar los mensajes que incumplan esta normativa y serán suprimidos del portal los contenidos que violen la Constitución y las leyes.