Zaida Dinorath Arias Molina
Representantes del Movimiento Once entregaron este viernes una carta en la sede de la Nunciatura Apostólica, dirigida al Santo Padre, Francisco, con el propósito de que interceda ante el Gobierno Nacional, por la situación difícil que atraviesan más de 1.400 trabajadores de Orinoco Iron quienes viven sometidos a todo tipo de vejaciones y violaciones contractuales y laborales, desde hace más de cinco años.
Orangel Palma, vocero del Movimiento Once, relató que constantemente son víctimas del «abuso descomunal del patrón Gobierno con todo tipo de intimidación, represión y el acoso diariamente por quienes dirigen la empresa».
«En Guayana se ha generado una ola de despidos bajo el amparo de movimientos sindicales que apoyan al Gobierno de Maduro, como es el caso de la FBT y el Movimiento 21 que, con la mayor impunidad, en lugar de representar a la clase trabajadora, se han vuelto cómplices de los despidos arbitrarios, dejando a los trabajadores sin instancias donde reclamar sus derechos”, denunció.
Palma se quejó de que a pesar de su condición de dirigente sindical, fue despedido por la propia Inspectoría del Trabajo Alfredo Maneiro en Puerto Ordaz, y en consecuencia de ello iniciaron una protesta el pasado 30 de noviembre y declararon una asamblea permanente. Señaló que a partir de ese momento sus compañeros han sido perseguidos , y también han librado órdenes de captura en contra de otros dirigentes sindicales de nuestra Orinoco Iron.
El dirigente sindical consideró que Wilfredo Villarroel, directivo de Orinoco Iron debe explicarle a los trabajadores sobre el dinero que ha ingresado a la empresa por concepto de venta de material en los últimos años. Mostró preocupación porque «No sabemos dónde fueron a parar más de 254 millones de dólares, producto de la venta de material y que no se han visto reflejados ni en la empresa ni en el bolsillo de los trabajadores».
