Elena Huelva, la joven española de 20 años que fue diagnosticada en 2019 con un sarcoma de Ewing, ha muerto la mañana de este martes. Su familia ha comunicado la noticia a través de la cuenta de Instagram de la joven, desde la que ella mismo ha ido narrando su enfermedad.
«Desde esta mañana Elena os baila y os mira desde su estrella. Gracias por todo». Acompaña al mensaje el hashtag #misganasganan utilizado siempre por Huelva en sus comunicaciones con sus seguidores en la red.
Es el fin de un día aciago que comenzaba con un mensaje en su muro de Instagram, precedido por una publicación en Stories anoche: «Os quiero…». Unos puntos suspensivos que quizás decían más de lo que callaban.
A esa publicación se sumaba la de la mañana, la que ha generado 30.000 comentarios en ocho horas y más de 300.000 likes. «Hoy me he despertado no de la mejor forma, es más, nada bien, un muy susto. Están siendo días muy difíciles, están siendo muy complicados cada vez más, pero como sabéis yo soy más fuerte, y más complicada. Quiero que sepáis que yo ya gané, hace mucho. Seguimos, siempre». Cerraba el mensaje la frase que ya había hecho suya Elena Huelva, y que era su lema: «Mis ganas ganan».
Icono de las redes en la lucha contra la enfermedad
Desde enero 2019, cuando le diagnosticaron un sarcoma de Ewing con 16 años, la que se convirtió en una influencer de su enfermedad no ha dejado de compartir la evolución de su cáncer hasta hoy, el mismo día de su muerte.
A principios de año también relató sus vivencias en un libro inspirador, cuyas páginas son una invitación a disfrutar del privilegio de existir, ‘Mis ganas ganan. Nadie nos ha prometido un mañana, vive el presente’ (Montena).
Su día a día conviviendo con la enfermedad ha sido un ejemplo de cómo insistir en el valor de la risa como una de las pocas cosas que están en manos del paciente. En sus momentos más difíciles, se mostraba llena de expresiones de gratitud por los recuerdos, las personas maravillosas y por el amor recibido, con la que generaba una ola de amor y empatía a través de miles de comentarios positivos y mensajes llenos de cariño y ánimo.
Los jóvenes ante la enfermedad, el ejemplo de Elena Huelva
Si algo ha conseguido la historia de Elena Huelva al cambiar sus selfies de adolescencia por imágenes de sus ciclos de radio y quimio en el hospital es unir a una comunidad online que tantas veces utiliza las plataformas para descargar su odio. Y todo bajo una eterna sonrisa y un mantra que repetía casi a modo de firma en todas sus publicaciones: «Mis ganas ganan». Una frase que, además, le sirvió de título al libro que publicó en 2022.
Ha sido Elena Huelva, desde su lucha personal, un ejemplo de cómo una nueva generación, como ya ocurrió con Álex Lecquio, se enfrenta a la enfermedad de una manera pública, habla de ella, cuenta realidades con el dramatismo justo y, de paso, ayuda a visibilizar una situación que tantas veces se calla y que mata a unos 6.000 niños y adolescentes en Europa al año, según el Parlamento Europeo.
¿Qué se hace raro hablar de cáncer en la red? Según publica en la web de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Montserrat Lacalle Sisteré, profesora de Psicología, el pensamiento ayuda a validar lo que uno siente. Y, durante el proceso de enfermedad o duelo, las plataformas sociales pueden ser una eficaz herramienta de apoyo.
La enfermedad y la muerte han dejado de ser un asunto privado y sitios como Instagram o Twitter están redefiniendo estos conceptos y creando un nuevo espacio para hablar de ello. Sin contar que toda difusión es poca y que Elena Huelva siempre ha ayudado a asociaciones volcadas con los pacientes con cáncer y la investigación, como Aladina o la asociación Cris Contra el Cáncer, por lo que la solidaridad es también un constante en sus cuentas.
Elena eligió compartir sus ganas de vivir y de luchar, y sus más 800 mil seguidores la seguían en ello, la acompañaban.
Fuente: El Mundo
