La muerte de un interno por falta de atención médica, habría sido el detonante del motín que protagonizaron privados de libertad que se encuentran en la sede de la PNB, este domingo, según Carolina Girón, coordinadora del Observatorio Venezolano de Prisiones.
Girón declaró al programa Lo de Hoy, que conduce Dhameliz Díaz, en Unión Radio, donde aseguró que supuestamente el interno Saúl Salas presentó fiebre y convulsiones el pasado sábado, pero no fue llevado a ningún centro de salud, sino que lo sacaron del calabozo y lo dejaron morir en el pasillo.
Asimismo señaló que en la PNB, como en otros centros de detención preventiva, hay mucho hacinamiento. Allí se encuentran 251 presos, distribuidos en un área con capacidad para albergar un máximo de cien personas.
Está dividido en cinco celdas, con capacidad de 15 internos cada una, pero conviven en ellas unos 47 aproximadamente y tienen que soportar temperaturas superiores a los 40 grados.
Refirió que adicionalmente los policías tienen que organizar toda una logística para poder ingresar los alimentos que llevan los familiares, pues no existe una partida para alimentación. Esto implicaría 251 personas haciendo cola tres veces al día. Por eso solo se permite llevar alimentos una vez al día.
Quien no tenga familiar cerca, simplemente no come, o pide comida a otro.
Se le preguntó sobre el arma blanca que tenía uno de los presos que tomó como rehén al policía, e incluso lo hirió, y dijo que posiblemente esto forme parte de la corrupción de los funcionarios policiales, porque solo ellos pudieron permitir la entrada de este tipo de implementos, pues los familiares son requisados minuciosamente.
Girón informó que fueron trasladados 73 presos para la cárcel de Tocuyito.