El cadáver en estado de descomposición de la señora Marta Caicedo (75) fue localizado en una residencia del barrio Isaías Medina Angarita, de Catia. Los vecinos tenían varios días sin ver a la dama que solía salir a caminar y a hacer compras después de cobrar su pensión del seguro social.
Una de sus hijas fue a visitarla el lunes 20 de febrero, tocó la puerta y como no recibió respuesta pensó que la anciana había salido. El miércoles tampoco la encontró, volvió el viernes y los vecinos le dijeron que de la casa emanaban olores nauseabundos.
En el Cicpc le indicaron que no podían recibirle denuncia alguna porque no había ninguna evidencia de delito y que ellos como familiares podían violentar la puerta. Al hacerlo, encontraron a la mujer muerta encima de su cama, semivestida, con las manos atadas, una soga rodeándole el cuello y la cabeza cubierta con una funda de almohada.
Muy poco han debido robarle a la anciana porque no tenía cosas de valor. Ella vivía de su pensión y de la ayuda de sus hijos. Dejó cinco hijos y cinco nietos.
La señora Caicedo tenía un carácter fuerte, no le daba confianza a extraños y ni a sus familiares le entregó copia de las llaves de su casa. En alguna ocasión llegó a alquilarle una habitación a una persona sola y tampoco le entregó llave.
Ella frecuentaba un comedor socialista donde hizo amistades. El Cicpc investiga este detalle y también la posibilidad de que haya alquilado el cuarto porque vieron a un hombre frecuentar la zona unas tres veces.
En lo que va de 2017 han sido asesinadas 26 mujeres en La Gran Caracas.